Viajar

No utilizo casi nunca los servicios públicos de transporte. No me gustan, me gusta parar cuando quiero y continuar cuando me de la gana.

Adoro tomar una comarcal que nunca he cogido solo para adivinar que pueblo hay al final.

Muchas veces, cuando tenia más tiempo, los sábados por la tarde a primera hora cogía mi primer coche un poderoso Renault 6 seminuevo a sus 17 años de edad,( me daba igual que subiese la gasolina siempre le echaba mil pesetas), y salia por la primera carretera que pillaba; cuando veía alguna carretera donde no había entrado nunca, me colaba por ella.

Así conocí todos los pueblos de Burgos, que son muchos, paraba en pueblos y hacia las dos visitas obligadas: Iglesia y Taberna.

De la Iglesia me interesaba su aspecto exterior y de la Taberna el aspecto interior; es increíble lo que puedes aprender y conversar en sitios desconocidos y con gente que acabas de conocer.

Es otra cultura, observas la forma de vestir, la de andar, los movimientos y como pagan o como reciben una invitación, la gente no se pone pegada al lado tuyo, te respetan y tu les respetas su espacio.

La gente que vivimos en pueblos necesitamos más espacio vital, nos molesta ir en un autobús que no es más que una caja de personas sin voluntad apelotonados para llevarlos donde realmente no quieren ir y muchas veces a destiempo.

Es curioso pero cuando iba a un pueblo de estos, cuando llegaba como único coche de la tarde( en muchos casos) la gente te mira y te sigue, sin complejos, yo siempre cuando me bajaba saludaba a la gente que estaba en la calle, desde lejos, en voz alta (que no voces).

Siempre me he sentido bien recibido, nunca he tenido problemas.

Un autobús o un metro o un puto AVE no nos pueden dar estas sensaciones, siempre nos bajamos en las similares estaciones anónimas, sin saludos, sin conversaciones...el viaje en si es un transito, no un placer en si mismo y a mi me gusta VIAJAR.

Dicen que es más ecológico y tal, pienso que es su forma de continuar el negocio y tener controlados los viajes.

Me gustaría tener un medio de transporte que no contaminase...me sentiría mejor; un coche eléctrico o a energía solar, creo que en un futuro no muy lejano les habrá, porque si no les hay y todos tenemos que ir en transporte publico, habremos perdido otra parcela importante de la libertad conseguida en el siglo XX.

Libertad de andar, de pararte a conversar con personas y no mirar el reloj para no perder estos "maravillosos medios públicos", quedarte tomando unas cervezas en una cantina de un pueblo, hablando de pantanos o de sistemas de riegos o de como viene el campo, con gente que te cuenta como en años pretéritos iban andando o con mulas a la ciudad, de como madrugaban para cosechar o para ordeñar. Con la curiosidad de un niño pequeño que quiere aprender, no con la suficiencia del ignorante. Sin una espada diciéndote cuando debes irte y a donde.

Así pase unos ratos increíbles y conocí a cientos de personas. Solo saque una conclusión a la mayoría de los seres humanos nos interesa lo mismo.

Luego vendí maquinaria agrícola y conocí bastante de Soria, Palencia, Alava y La Rioja y lo que era una diversión se transformo en trabajo, muy agradable la verdad, a los 22 años ya conocía bastante bien estas provincias.

Luego me dio por conocer todas las capitales de provincia de España y puedo asegurar que quitando las islas (que no he pisado), he comido en todas las capitales de provincia de España, cosa que me ha proporcionado un gran placer. Lo he hecho la mayoría de ocasiones yo solo, como cuando fui a Ceuta, comí y me volví (no encontré las personas adecuadas, supongo).

Nunca lo he realizado en medios públicos y eso ha hecho que viajar, para mi, sea un placer; en todas esas ciudades he entablado conversación con los del lugar y he pasado magníficos ratos, sin prisas, sin agobios. Iba cuando quería y volvía cuando me apetecía.

No me gustan las autovías, prefiero las carreteras nacionales o comarcales; si son de montaña y de curvas cerradas, mucho mejor....dan más juego para comer o almorzar en cualquier taberna como dios manda,( si tienes paciencia, desde luego)...

Las estaciones de servicio de las autopistas son un autentico atentado a la gastronomía, las culturas locales y el bolsillo.

No me gustan las estaciones, ni las aglomeraciones, odio estar en un medio donde no elijo que camino andar y cuando quiero seguir.

Antes los trenes tenían compartimentos, hace bastantes años con mi empresa viaje a Córdoba y fui en el "pajarraco", cuando vi que no tenia compartimentos, pensé que el tren había perdido mucho. Nunca he vuelto a montar en el tren y eso fue el siglo pasado.

Me gusta VIAJAR Y LA LIBERTAD.

Que Fortuna nos proporcione LIBERTAD.