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sábado, 6 de junio de 2020

Energía limpia. Adopta un ex.



 La energía eléctrica "ecológica" que nos venden, se mide por la potencia producida por las renovables que posee o alquila y la energía que vende.
 Cuando una empresa es avalada como "ecológica" cien por cien, es que produce por energías renovables lo mismo que vende, por lo tanto, y en teoría, no necesita meter en su red más energía de otras fuentes.
 Aunque esto no es del todo real, porque en determinados momentos tendrá que tirar de otros actores energéticos que no utilizan renovables, pero a estos mismos agentes, se le devolverá lo comprado en energía limpia.
 Que es más barata la energía renovable creo que tiene poca discusión, pero el generar una sociedad de miles de productores no interesa a nadie, salvo a millones de ciudadanos, claro.
 ¿Como se hace para generar miles de pequeños productores?

 Pues bastante fácil, en teoría claro, la gran apuesta es el almacenamiento eléctrico. Pero eso nos estará vedado, porque si tu puedes ponerte placas en tu vivienda y acumular la energía que produces y no gastas para utilizarla cuando te haga falta ¿de que van a vivir los de las puertas giratorias?.
 Tenemos un compromiso social con los pobres ex ministros, ex presidentes regionales, ex directores generales y demás parásitos que ya nadie quiere. No seas duro "adopta un ex" seria un buen eslogan, no les hagas trabajar, ellos no lo hicieron contigo, ¿o si?

Que Fortuna nos aporte sistemas de almacenamiento.

domingo, 16 de julio de 2017

El vuelo del estornino

Muchas veces he visto volar estorninos en grupo, a una velocidad increible se mueven al unisono, como movidos por una voluntad.
Del mismo modo los bancos de peces ante un depredador se mueven de forma uniforme y a la misma velocidad cuando de hecho en un lado del grupo seria imposible que viese si había un depredador, o os enjambres y otros muchos elementos de la Naturaleza
Antes de la Segunda Guerra Mundial los herrerillos aprendieron a abrir los envases de leche que los repartidores dejaban en las puertas de las casas de los ingleses, durante el conflicto, este reparto se interrumpió y al restablecerse a partir de finales de los 50, herrerillos que no habían tenido aprendizaje alguno se dedicaron a estos menesteres , incluso a kilómetros de distancia, como si el saber se perpetuase y los conocimientos adquiridos de un individuo pasasen a ser de la raza y las siguiente generaciones ya naciesen prácticamente aprendidas, como si actuasen como una unidad.

Viene esto porque estos casos y muchos otros demuestran que algunos animales son como las partes de un cuerpo, un cuerpo superior, por eso los estorninos o los peces se mueven como un solo individuo y es que a o mejor son solo un individuo y lo que vemos son las partes..

He reflexionado no pocas veces sobre esto y sobre lo que es la tierra, cada día estoy más convencido de que la Tierra es una unidad, un conjunto, pero una unidad, y que si le hacemos daño en una parte este se reparte por todo el globo.
Últimamente hemos visto a un imbécil que por misterios que desconozco es presidente de EEUU, este incapaz piensa que se puede deteriorar la tierra, y esta convencido que el y sus adlateres pueden salir impunes, piensa que podemos seguir quemando miles de billones de litros de aire puro diariamente y no pasa nada, que el calentamiento de la Tierra es un chiste (cierto es que la tierra siempre se ha calentado, pero nunca a tal velocidad) y que no pasa nada más que el verano es más largo, es así de obtuso y de idiota.

La Tierra sobrevivirá, se mutara, cambiara y seguirá donde esta, pero es posible que nosotros no, dentro de poco ya no cabremos en este planeta y nadie parece querer verlo y nadie quiere tomar decisiones al respecto, como intentar, de verdad, colonizar otros planetas.

Yo también creo en el concepto Gaia, que ve la Tierra como un solo organismo, donde la palabra clave es cooperación, unos partes colaboran con las otras y se obtiene un beneficio común, un equilibrio beneficioso para todos, nada es superfluo, todo es necesario porque es uno solo.

Hace mucho tiempo lei un texto que me gusto mucho, a grandes rasgos es este:


Cómo se puede comprar o vender el cielo o el calor de la tierra? Esa es para nosotros una idea extraña.

Si nadie puede poseer la frescura del viento ni el fulgor del agua, ¿cómo es posible que usted se proponga comprarlos?

Cada pedazo de esta tierra es sagrado para mi pueblo. Cada rama brillante de un pino, cada puñado de arena de las playas, la penumbra de la densa selva, cada rayo de luz y el zumbar de los insectos son sagrados en la memoria y vida de mi pueblo. La savia que recorre el cuerpo de los árboles lleva consigo la historia del piel roja.

Los muertos del hombre blanco olvidan su tierra de origen cuando van a caminar entre las estrellas. Nuestros muertos jamás se olvidan de esta bella tierra, pues ella es la madre del hombre piel roja. Somos parte de la tierra y ella es parte de nosotros. Las flores perfumadas son nuestras hermanas; el ciervo, el caballo, el gran águila, son nuestros hermanos. Los picos rocosos, los surcos húmedos de las campiñas, el calor del cuerpo del potro y el hombre, todos pertenecen a la misma familia.

Por esto, cuando el Gran Jefe Blanco en Washingtoniano manda decir que desea comprar nuestra tierra, pide mucho de nosotros. El Gran Jefe Blanco dice que nos reservará un lugar donde podamos vivir satisfechos. Él será nuestro padre y nosotros seremos sus hijos. Por lo tanto, nosotros vamos a considerar su oferta de comprar nuestra tierra. Pero eso no será fácil. Esta tierra es sagrada para nosotros. Esta agua brillante que se escurre por los riachuelos y corre por los ríos no es apenas agua, sino la sangre de nuestros antepasados. Si les vendemos la tierra, ustedes deberán recordar que ella es sagrada, y deberán enseñar a sus niños que ella es sagrada y que cada reflejo sobre las aguas limpias de los lagos hablan de acontecimientos y recuerdos de la vida de mi pueblo. El murmullo de los ríos es la voz de mis antepasados.

Los ríos son nuestros hermanos, sacian nuestra sed. Los ríos cargan nuestras canoas y alimentan a nuestros niños. Si les vendemos nuestras tierras, ustedes deben recordar y enseñar a sus hijos que los ríos son nuestros hermanos, y los suyos también. Por lo tanto, ustedes deberán dar a los ríos la bondad que le dedicarían a cualquier hermano.

Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestras costumbres. Para él una porción de tierra tiene el mismo significado que cualquier otra, pues es un forastero que llega en la noche y extrae de la tierra aquello que necesita. La tierra no es su hermana sino su enemiga, y cuando ya la conquistó, prosigue su camino. Deja atrás las tumbas de sus antepasados y no se preocupa. Roba de la tierra aquello que sería de sus hijos y no le importa.

La sepultura de su padre y los derechos de sus hijos son olvidados. Trata a su madre, a la tierra, a su hermano y al cielo como cosas que puedan ser compradas, saqueadas, vendidas como carneros o adornos coloridos. Su apetito devorará la tierra, dejando atrás solamente un desierto.

Yo no entiendo, nuestras costumbres son diferentes de las suyas. Tal vez sea porque soy un salvaje y no comprendo.

No hay un lugar quieto en las ciudades del hombre blanco. Ningún lugar donde se pueda oír el florecer de las hojas en la primavera o el batir las alas de un insecto. Mas tal vez sea porque soy un hombre salvaje y no comprendo. El ruido parece solamente insultar los oídos.

¿Qué resta de la vida si un hombre no puede oír el llorar solitario de un ave o el croar nocturno de las ranas alrededor de un lago?. Yo soy un hombre piel roja y no comprendo. El indio prefiere el suave murmullo del viento encrespando la superficie del lago, y el propio viento, limpio por una lluvia diurna o perfumado por los pinos.

El aire es de mucho valor para el hombre piel roja, pues todas las cosas comparten el mismo aire -el animal, el árbol, el hombre- todos comparten el mismo soplo. Parece que el hombre blanco no siente el aire que respira. Como una persona agonizante, es insensible al mal olor. Pero si vendemos nuestra tierra al hombre blanco, él debe recordar que el aire es valioso para nosotros, que el aire comparte su espíritu con la vida que mantiene. El viento que dio a nuestros abuelos su primer respiro, también recibió su último suspiro. Si les vendemos nuestra tierra, ustedes deben mantenerla intacta y sagrada, como un lugar donde hasta el mismo hombre blanco pueda saborear el viento azucarado por las flores de los prados.

Por lo tanto, vamos a meditar sobre la oferta de comprar nuestra tierra. Si decidimos aceptar, impondré una condición: el hombre blanco debe tratar a los animales de esta tierra como a sus hermanos.

Soy un hombre salvaje y no comprendo ninguna otra forma de actuar. Vi un millar de búfalos pudriéndose en la planicie, abandonados por el hombre blanco que los abatió desde un tren al pasar. Yo soy un hombre salvaje y no comprendo cómo es que el caballo humeante de hierro puede ser más importante que el búfalo, que nosotros sacrificamos solamente para sobrevivir.

¿Qué es el hombre sin los animales? Si todos los animales se fuesen, el hombre moriría de una gran soledad de espíritu, pues lo que ocurra con los animales en breve ocurrirá a los hombres. Hay una unión en todo.

Ustedes deben enseñar a sus niños que el suelo bajo sus pies es la ceniza de sus abuelos. Para que respeten la tierra, digan a sus hijos que ella fue enriquecida con las vidas de nuestro pueblo. Enseñen a sus niños lo que enseñamos a los nuestros, que la tierra es nuestra madre. Todo lo que le ocurra a la tierra, le ocurrirá a los hijos de la tierra. Si los hombres escupen en el suelo, están escupiendo en sí mismos.

Esto es lo que sabemos: la tierra no pertenece al hombre; es el hombre el que pertenece a la tierra. Esto es lo que sabemos: todas la cosas están relacionadas como la sangre que une una familia. Hay una unión en todo.

Lo que ocurra con la tierra recaerá sobre los hijos de la tierra. El hombre no tejió el tejido de la vida; él es simplemente uno de sus hilos. Todo lo que hiciere al tejido, lo hará a sí mismo.

Incluso el hombre blanco, cuyo Dios camina y habla como él, de amigo a amigo, no puede estar exento del destino común. Es posible que seamos hermanos, a pesar de todo. Veremos. De una cosa estamos seguros que el hombre blanco llegará a descubrir algún día: nuestro Dios es el mismo Dios.

Ustedes podrán pensar que lo poseen, como desean poseer nuestra tierra; pero no es posible, Él es el Dios del hombre, y su compasión es igual para el hombre piel roja como para el hombre piel blanca.

La tierra es preciosa, y despreciarla es despreciar a su creador. Los blancos también pasarán; tal vez más rápido que todas las otras tribus. Contaminen sus camas y una noche serán sofocados por sus propios desechos.

Cuando nos despojen de esta tierra, ustedes brillarán intensamente iluminados por la fuerza del Dios que los trajo a estas tierras y por alguna razón especial les dio el dominio sobre la tierra y sobre el hombre piel roja.

Este destino es un misterio para nosotros, pues no comprendemos el que los búfalos sean exterminados, los caballos bravíos sean todos domados, los rincones secretos del bosque denso sean impregnados del olor de muchos hombres y la visión de las montañas obstruida por hilos de hablar.

¿Qué ha sucedido con el bosque espeso? Desapareció.

¿Qué ha sucedido con el águila? Desapareció.

La vida ha terminado. Ahora empieza la supervivencia.


El presidente de los Estados Unidos, Franklin Pierce, envía en 1854 una oferta al jefe Seattle, de la tribu Suwamish, para comprarle los territorios del noroeste de los Estados Unidos que hoy forman el Estado de Wáshington. A cambio, promete crear una "reserva" para el pueblo indígena. El jefe Seattle responde con esta carta en 1855 y es uno de los mejores textos que he leído. No se estudia en las escuelas, ni viene en los libros de texto, la ciencia empeñada en reducir todo en partes pequeñas para comprender los pedazos, no entiende el conjunto y es triste, porque en esa comprensión del todo esta nuestro futuro, el de nuestros hijos y el de nuestra especie, pero eso sera mucho después de las próximas elecciones o el próximo balance de resultados,somos ignorantes a pesar de nuestra ciencia, somos cortoplacistas y profundamente egoístas.



Que Fortuna nos proteja.