Madrid ofrecía un aspecto asombroso toda una invasión de fealdad y de miseria moral, más que material, de gente que pedía humildemente permiso para vivir.
Al principio se persiguió a los elementos fascistas. Luego la distinción se hizo borrosa. Se detenía y fusilaba a personas pertenecientes a la derecha, luego a sus simpatizantes, más tarde a los miembros del partido radical del señor Lerroux y luego se incluyó a personas de la izquierda republicana. La autoría de las ejecuciones correspondía a unas milicias que el propio Gobierno había armado y que no era capaz de controlar. Los muros y tapias de la Casa de Campo, cuartel general de las milicias pudieron sentir, apretados contra ellos, los míseros y trémulos cuerpos de gente aterrorizada. Allí los llevaban «a dar un paseo», frase que se convertiría en común sinónimo de la muerte en las dos Españas que combatían entre sí en esas fechas.
"Con pueriles pretextos se organizaron matanzas de personas pertenecientes a la derecha"
«Un ataque de locura colectiva se apoderó de los barrios populares y se incendiaron iglesias, se mataron sacerdotes y hasta vendedoras de caramelos en las calles»
Los sucesos se denunciaron en el parlamento y gracias a ello consta en el Diario de Sesiones que entre febrero y mayo de 1936 los radicales saquearon 178 edificios públicos o privados, incendiaron 178 monumentos, establecimientos e iglesias y atentaron contra 712 personas, causando 74 muertes. «He aquí la situación en la que se encontraba España tres meses después del triunfo del Frente Popular», explica Campoamor, con un gobierno que «no podía tomar medidas sin dislocar» la alianza electoral que lo sostenía. Un caos que, a su entender, minaba el apoyo de la gente normal, amante de la estabilidad, al proyecto republicano y que explica el apoyo que lograron los sublevados en su golpe del 18 de julio.
“incluso para los liberales -o quizás sobre todo para ellos-me impusieron esta prudente medida…Se sabe también que los autores de los excesos, o los que han tolerado que se cometan, siempre encuentran excusas aunque solo consistan en pretender que hay que juzgar las revoluciones en su conjunto y no en sus detalles, por elocuentes que sean. ¡Y yo no quería ser uno de esos detalles sacrificados inútilmente!”.
Clara Campoamor era una política liberal a la que hay que agradecer, entre otras cosas, el voto femenino (venciendo la oposición de los partidos de izquierdas, al principio casi todos contrarios al voto femenino) y la legislación sobre Divorcio.
Posiblemente la mujer más relevante de España en el siglo XX.
Por cierto, camino de su exilio para huir de la barbarie imperante impuesta por la izquierda en Madrid en el barco que la llevaba a Génova cinco impresentables ultraderechistas (o ultra imbéciles ,no se) la quisieron tirar por la borda como autora de la Ley del Divorcio, hay que ser cateto y mala persona. Ya no volvió a España, expulsada por la izquierda y rechazada en su vuelta por el "régimen" que daba por hecho su supuesta masonería. Ambas caras de la ignorancia.
Demasiado apóstol, demasiada gente en contra en la de la libertad individual en nombre de una supuesta "libertad colectiva" y todos con la palabra "pueblo" en la boca mientras asesinan, torturan, marcan o exilian a personas.
Que Fortuna nos aporte una visión clara de los hechos.
Todo se hace en nombre de la Libertad, y siempre por tu bien.
ResponderEliminarLo que pasa es que no quieres entender.
Esto de la Sra Campoamor es lo que yo le digo a la gente: la culpa del precio de la electricidad la tiene Franco. Un idiota. Si hubiera hecho los pantanos más grandes habría más agua, y en consecuencia no se acabaría, y siempre iría el motor de la dínamo y tendríamos corriente al mismo precio.
Lo que yo te diga. Un ignorante.
Un abrazo
Miquel ahora mismo hay una corriente de opinión en contra de los pantanos, yo he leído alguna cosa de los cambios en los ecosistemas que les rodean y si, modifican los hábitat sobre todo de las especies que suben a las cabeceras de los ríos a desovar pero ahora con las escalas para los peces esta bastante solucionado y las mejoras para la población son enormes. Pero cuando resulta que no criticas a las obras por lo que son, sino por quien las promovió pasa lo que pasa. En este caso, una vemos a un persona liberal que tuvo que dejar su país por miedo a asesinos disfrazados de "liberadores del pueblo"
ResponderEliminarUn saludo.
Es que los rojos era mu malos, malos de verdad, y encima no construían pantanos.
ResponderEliminarHabrá rodos buenos, malos, mejores y peores, como en el bando nacional, como en botica hay y hubo de todo. Y no solo Franco se fijo en los pantanos
EliminarPlan General de Canales de Riego y Pantanos de Rafael Gasset (1902) con Alfonso XIII y Plan Nacional de Obras Hidráulicas de 1933 de Indalecio Prieto son una muestra de ello.
En España los pantanos son necesarios y también es necesaria una política forestal y del agua seria. El mayor consumidor de agua de este país son las perdidas en el transporte, ese es otro dato.
Un saludo