Cayo Popilio Lenas

En el siglo II antes de Jesucristo, Antioco IV alias Epifanes ( es decir dios manifestado, ahí es nada el individuo), decidió que, aunque era rey de un reino rico, Siria, eso era poco para él , siendo como era un epifanes, y quería más.

Epifanes miró los mapas de la zona,  a ver, a ver.... ¿por donde me imperio yo?, supongo que diría, y resolvió que  lo más fácil es a falta de cuñado cercano o suegra con quien meterse, lo suyo era imperiar a los primos lejanos que además gobernaban en coalición en el cercano Egipto, un país inmensamente rico.

En  Egipto gobernaban Tolomeo Filometor (el que ama a su madre), Tolomeo Evergetes (gran vientre) y Cleopatra II (no la de Julio Cesar y Marco Antonio, sino la II, una ascendiente suya).

El hermano Filometor y la  hermana Cleopatra estaban casados, (el que ama a su madre también ama a su hermana que diría algún mal pensado) y junto al otro hermano están continuamente tirándose los trastos a la cabeza, normal entre cuñados, y luego entre si con todos los hermanos, lo normal...

Ya se sabe, Divide et impera, (frase que haría famoso primero Julio Cesar y después Napoleón), viendo el percal Epifanes partió para Egipto para imperiarle como dios manifestado que era...
 Sin embargo, antes tuvo que sofocar una rebelión interna, que jodios los sirios protestones que retrasan la imperacion de Egipto...El dios manifestado después de decapitar , arrancar orejas, ojos, torturar, desmembrar y asesinar a los que protestaban, (que era como se arreglaban las cosas en las satrapias sirias de la época), se puso a la labor de imperiar la tierra de los faraones.

Conquisto Peluxio y desde allí, viendo que hermanos, esposos, cuñados y cuñada (vaya guirigay) estaban arruinados y no hacían mención de defender como dios manda la tierra de las pirámides y el Nilo,  se bajó por la orilla del río hasta Menfis.

Los Tolomeos, estaban cagados (valga la vulgar redundancia) y viendo perdido el tema, recurrieron a la socorrida Roma, al Senado y Pueblo Romanos más bien, que ya eran los que empezaban a cortar el mediterráneo bacalao (o rodaballo, no se).

Roma fue lo que lo que fue no a cuenta de su estupidez o su falta de visión, mandaron allí a un tal Cayo Popilio Lenas (que, por cierto, fue el primer plebeyo que tuvo como colega consular a otro plebeyo, pero eso es otra Historia) y allí fue el amigo Popilio.

Llego a Alejandria en un barquito desde el puerto de Hostia Cayo Popilio Lenas con sus doce lictores fascistas (con las fasces) vestidos de rojo y dos escribas para apuntar, como ejercito de choque.

Sabiendo que Epifanes subía para Alejandria con su ejercito, Cayo Popilio Lenas fue a su encuentro, después de acabado el camino, (los egipcios no hacían carreteras como los ínclitos romanos), se internó campo a través, (desierto más bien), con su toga bordada de purpura, sus doce lictores de rojo con las fasces y supongo que los secretarios...(que estarían hasta las narices del polvo, los escorpiones y demás animalillos del desierto, dirían:  joder si lo se me apunto a la oposición de administrativo de la plebe,  tengo polvo hasta en los h....s, se dice que se oyó a uno,  pero esta sin confirmar, que conste).

Cayo Popilio Lenas siguió andando y una vez sobrepasado el hipódromo de Alejandria, se encontró de repente con todo el ejercito de Epifanes.


¿Se acojonó Cayo Popilio Lenas? pues no, siguió andando con su toga y dignitas romana hasta que Antioco IV salió a su encuentro...

Antioco IV "el dios manifestado", le dice :

"Coño.. Cayo Popilio Lenas, ¿comotuporaqui?, si Roma no tiene nada que ver con Egipto. Regresad a Roma.

Y nuestro Cayo Popilio le contestó:

Joder, Antioco IV, y Siria tampoco tiene nada que ver con Egipto, ¿que leches pintas tú aquí con ese ejercito invasor? (no fascista, que fascista era el romano). Volved a Siria. Y no le demos más vueltas al tema, que me conozco, (lo último es añadido mio)...

El caso es que ninguno cedía y nuestro héroe (Cayo Popilio Lenas, no Antioco), se mosquea y con toda la dignitas romana que tenia, que por lo visto era mucha, arreglándose la toga,  le dijo:

 "Estas ofendiendo al Senado y al Pueblo de Roma", avisao estas (lo último es de mi cosecha, sin confirmación histórica que lo avale) y prosiguió de la siguiente forma:

 "Tengo el mandato de haceros regresar a Siria, Antioco"

El dios manifestado se empezó a descojonar de Cayo Popilio Lenas, (mientras este sostenía su toga y orgullo romanos, haciendo gala de su Dignitas),  y luego le pregunto a Popilio:

¿Y como me vas a hacer regresar? ¿Donde esta vuestro ejercito? capullin ( lo último también es añadidura mía)...

Cayo Popilio Lenas contesto:

 "No necesito ejercito, rey Antioco IV. Todo lo que Roma es, ha sido y será, lo tenéis ante vos aquí mismo. Yo soy Roma, igual que el mayor ejercito romano. Y en nombre de Roma os vuelvo a repetir, ¡regresad a vuestro país!..

Antioco IV contestó que no.

Cayo Popilio Lenas que había caminado ayudado de un palo, en ese instante fue hasta el rey, hizo un circulo en la arena alrededor del mismo y le dijo:

"Pensadlo aquí y ahora, tomad una decisión y salid en dirección este rumbo a Siria.."

 Los escribanos habían de dejado de escribir e intentaban no manchar la túnica (no con la tinta, ya me entienden ustedes). Los lictores pensarían, joder estos nos van a apiolar a la primera de cambio, ahora que teníamos un puestecito bien pagado lejos de las guerras, hay que joderse...(esto es aportación mía, que conste)

 Momentos de tensión, silencio, miradas... y al fin, Antioco IV se fue en dirección Siria.  Respiración honda de todos, imagino, y vuelta a Alenjadria.

Antioco IV que era un cansino imperioso (de imperio) en la vuelta se fue a Chipre y lo conquistó. Como Chipre era parte de Egipto y una parte muy importante ya que le nutria de valiosas materias primas, allí fue nuestro amigo Cayo Popilio Lenas y volvió a echar con sus doce lictores y dos escribanos a todo el ejercito sirio...

Antioco IV, al parecer, le cogió bastante manía al que llamaba puto romano de los huevos, pero en sirio, creo...

Los hermanos siguieron peleándose entre ellos y arruinando el país, como reyes que eran,  y Egipto, poco más tarde, cayó como fruta madura en las redes del Senatus Populusque Romanus , (SPQR como acronimo comercial).

Y desde entonces en Roma, los padres y las madres romanos y romanas, para enseñar a  sus hijos que era Roma en el mundo, la dignitas romana,  les contaban una historia que seguramente empezaría tal que así:

"Erase una vez que se era, un valiente y digno cónsul romano que se llamaba Cayo Popilio Lenas... "

 He recordado esta historia, cuando el otro día vi lo de Villalar, la celebración de una derrota, que nos llevó a cinco siglos de reyes vagos, ladrones, negligentes y estúpidos que hicieron de Castilla su finca particular, que nos utilizaron como banco, como reserva de carne para hacer soldados y que nos llevaron a ser lo que ahora se llama la Laponia de Sur, a esto hemos llegado.

 Y yo me pregunto ¿que cojones celebramos?.

 Esto de celebrar las derrotas es una estupidez supina, supongo que administrada por esta tropa de políticos cleptómanos -victimistas-autonómicos que disfrutamos en Castilla y en el resto de España y que desconocen la palabra dignitas.

Bien pudieran haber buscado el Cayo Popilio Lenas de Castilla, porque seguro que le hay, pero sera mucho pedir...

Que Fortuna nos propicie dignitas.