Estos dividen en veinticuatro horas iguales el día, incluyendo también la noche. De ellas solamente dedican al trabajo seis horas, distribuidas así: Tres horas, antes del mediodía, y a continuación almuerzan. Terminado el almuerzo dedican dos horas al descanso o siesta. A continuación trabajan otras tres horas, para terminar con la cena.
El tiempo que les queda entre el trabajo, la comida y el descanso se deja al libre arbitrio de cada uno.
Se busca que cada uno, lejos de perder el tiempo en la molicie y ociosidad, se distraiga, en un hobby, al margen de sus ocupaciones habituales.
Pero, en este momento, quiero salir al encuentro de un posible engaño. Quizás se diga: ¿Son suficientes seis horas de trabajo para proporcionar a la población los alimentos de primera necesidad? Ese tiempo no sólo es suficiente sino que sobra para producir no sólo los bienes necesarios, sino también los superfluos. Lo comprenderás enseguida conmigo, si observas atentamente el gran número de gente ociosa que hay en otras naciones.
En primer lugar, casi todas las mujeres -que es la mitad de la población- y la mayor parte de los hombres, cuando las mujeres trabajan, roncan a sus anchas durante todo el día.
Has de añadir esa turba ociosa de curas y de los llamados «religiosos».
Poned además todos los ricos, sobre todo los terratenientes a los que vulgarmente llaman «señores» y «nobles».
Incluid en este número a la servidumbre, esa chusma de bergantes con librea. Y finalmente, ese ejército de mendigos, robustos y sanos, que esconden su pereza tras una enfermedad fingida.
Te darás cuenta entonces que hay muchas menos personas de las que piensas, que con su trabajo producen todos los bienes que consumen los mortales.
Ten en cuenta también el pequeño número de los que se dedican a oficios necesarios.
Y es natural que así sea; en un mundo en que todo lo medimos por el dinero, se ejercen muchas actividades completamente vanas y superfluas, al servicio exclusivo del lujo y del despilfarro. Pero supongamos que la masa de trabajadores actuales se repartiera entre los pocos oficios que producen los igualmente poco numerosos bienes necesarios para una vida sana y cómoda. ¿Qué pasaría, entonces? Pues que habría tal abundancia de bienes que los precios bajarían hasta tal punto que los mismos obreros no podrían sustentar su vida.
Supongamos ahora que todos esos que se dedican a las artes improductivas y que esa turba de vagos que languidece en la ociosidad y en la pereza -y que dicho sea de paso, uno de ellos consume más del fruto del trabajo de otros que dos obreros que trabajan- se ponen a trabajar en actividades útiles.
¿Qué sucedería? Comprenderíamos fácilmente que para producir lo que exigen la necesidad, la comodidad e incluso el placer -un placer verdadero y natural, se entiende- habría tiempo suficiente, e incluso sobraría.
Este párrafo pertenece a Thomas More (Tomas Moro,Londres, 7 de febrero de 1478 – 6 de julio de 1535), a su libro Libellus... De optimo reipublicae statu, deque nova insula Vtopiae (Libro del estado ideal de una república en la nueva isla de Utopía).
Utopía es un estado ideal, en este libro el autor narra la forma de vivir de las personas en ese país.
Un libro muy recomendable.
Cuando se habla de estar en la frontera del saber en muchos aspectos tecnologicos, en los que atañen a la personalidad humana creo que ya estamos más allá de las fronteras del saber.
Sin embargo tenemos una clara adversion a llevar a cabo lo que en teoría, ya hace siglos esta pensado.
Un claro ejemplo es nuestra forma de trabajar, trabajamos mucho para producir cosas que realmente no nos sirven para nada, tenemos más ropa de la que necesitamos, nuestro principal problema no es el hambre, sino la obesidad y sus consecuencias, tres televisiones, dos coches. Incluso viajamos mucho pensando que en otro lugar vamos a ser capaces de descansar mejor...
Leer Utopia, a mi por lo menos, me ha hecho reflexionar sobre muchas cosas..
Que Fortuna nos propicie reflexión...
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Temujin, los que somos mayores y nos tocaron momentos distintos de estudio, con una sociedad -desde mi óptica- bastante peor que la actual, nos conformábamos con pensar un poco sobre la organización ciudadana que Platón recogía en "La República" y que en el fondo no difiere en exceso de la que contemplaba Moro. Creo que para que determinadas cosas dejaran de ser utopías, es necesario que todos pensemos mas. Un buen sistema educativo es imprescindible para cambiar cualquier cosa injusta. A disfrutar.
ResponderEliminar¡¡que listos sois, joer¡¡¡¡
ResponderEliminarYo me conformo con plantearme ecuaciones simples simplicísimas sobre cómo sobrevivir en libertad y sin miserias... La distribución racional del tiempo - del mío - es simplemente un modo de organización para seguir adelante sin petar.
Un beso, Pater
Utopía, en efecto. Si todos trabajasen seis horas, habría mucha más gente trabajando; es decir, mucho más empleo; es decir, menos rentabilidad para las empresas...
ResponderEliminarEs decir: ni de coña.
Las utopías son pura literatura para cuestionar un presente poco halagüeño y ese es lo que les da su fuerza. Lo malo es cuando los necios pretenden llevarlas a la práctica creyendo que la infinita variedad de la vida se puede reducir a un montón de hojas escritas en un libro, tal como si se tratase de construir un puente, un edificio o un ingenio mecánico. Siempre sobran piezas, siempre hay algo que no corresponde a lo previsto y chafa el invento u obliga a loa inventores a eliminar todo aquello que no corresponde a lo trazado. De la pura literatura al puro genocidio.
ResponderEliminarNi una coma más, ni una coma menos.
ResponderEliminarSaludos.
Ricardo, Utopia para mi por lo menos es una interpretación de la República de Platon, ambas son pensamientos ideales, utopicos, pero no por ello deben dejarnos indiferente...
ResponderEliminarNovi, la organizacion del tiempo no es tuya, te la organizan ¿o no?
ResponderEliminarUn beso monja...
Paseante ¿para que queremos gobierno?
ResponderEliminarDoctor Krapp, Avaricia, Soberbia, Gula, Lujuria son cualidades humanas, ¿porque no puede ser humanas raciocinio, solidaridad (palabra muy utilizada pero poco empleada), gastar lo que necesitas, austeridad etc, etc?
ResponderEliminarTodas las personas son igual de malas, pero igual de buenas..
Muy Señores Mios, yo tampoco lo haría...
ResponderEliminarTrabajar sería realidad si el trabajador, fuese rentable. Hoy me he pasado 5 horas para matricular un vehículo nuevo en Madrid. Total dos días empleados, porque la burocracia sigue permanente como en épocas anteriores entre funcionarios que se tocan los c..., funcionarias que se pintan y charlatean café tras cafe, cuando no que realizan sus propias compras, en horario laboral...me río, y lloro de pena , si esto es trabajar. Está Ud, equivocado, con sólo 2 horas se trabaja, y sobra para que la holgazanería que impera, haga semilla en esta sociedad, y coman todos los que quieran, y más.
ResponderEliminarTampoco soy de su opinión que gente tan trabajadora, como SANTO TOMAS MORO, un tío, con lo que hay que tener, que cantó las cuarenta, a Enrique VIII, y así le fué, sea contemplado en algún sentido utópico, como ejemplo peyorativo en el eje dekl mal. Y lo saco a colación, porque esos vagos que Ud, señala como curas, monjes, etc, fueron los maestros que inculcaron a este hombre religioso, antes de meterse en política, la auténtica asignatura de la vida, como son las Humanidades. Estuvo, con los franciscanos, cartujos, etc... y fué precisamente un cardenal ingles, quien le redirecionó, hacia salidas de más altura.
He trabajado con gentes de la Iglesia, y no niego, que haya quien se aproveche de una sotana, o de la propia biblia, para vivir del cuento, pero en regla general, suelen tener sus agendas bastante completas, inclusive los/las religiosos/as, que se didican a la vida contemplativa. El ora et labora, está por doquier en la mayoría de conventos.
Tengo amigos de CCOO, y UGT, que desgraciadaMENTE no dan palo al agua, y han cobrado como un servidor.; pero bueno, sería alargarno demasiado y será otro día. No le quepa duda, que el autor de UTOPIA fue muy tolerante en materia religiosa, en los años que corrían, y una persona valiente, como pocas.
Cagüentó señor Temu... si es que no puede ser... Sócrates envenenado, Moro, decapitado...y no son los únicos...lo jodido es que todas las épocas han tenido sus genios y a todos se los han cargado.
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