Yo no estaba en Roma en aquel entonces, pero según dicen, Bona Dea era la diosa de las mujeres de Roma y la protectora de la la Ciudad.
Era una diosa relacionada con la fertilidad y todos los años esta diosa tenía que descansar en una especie de hibernación. La fecha era alrededor del 3-4 de Diciembre, donde todas las mujeres romanas celebraban una celebración en su honor, solo para mujeres, no podía haber ningún símbolo masculino, ni siquiera animales machos tienen cabida durante la celebración o en los alrededores de la misma.
El 3 de Diciembre la diosa se iba a dormir para despertar a primeros de Mayo, de que la diosa fuese a dormir tranquila después de la fiesta en su honor dependía la suerte de Roma, los nacimientos, la fertilidad y la felicidad de las mujeres romanas.
Las mujeres se ponían sus mejores galas y joyas, bebían algo que llamaban leche, pero que era vino, comian, bebian y celebraban hasta altas horas de la madrugada, sin hombres.
Era la fiesta más importante para las mujeres romanas.
Bueno...en una de estas celebraciones, en Diciembre del año 62 a.C, siendo el afamado Julio Cesar pontífice máximo de Roma y viviendo en el templo de Vesta, donde residían las vírgenes vestales además del pontífice máximo, se celebró la fiesta en honor a la diosa en su casa.
Toda la alta sociedad romana femenina estaba allí celebrando y disfrutando del evento y César se fue a unos apartamentos que tenía alquilados en el Subura.
Un hombre, un juerguista de la alta sociedad, un tal Publio Claudio Pulcro que luego se cambiaría el nombre por Clodio, se disfrazó de artista musical femenina y entró en el templo de Vesta mientras tenía lugar la celebración, violentando así el ritual y a la diosa.
Dicen que Aurelia, la madre de César, le descubrió y le denunció. Al parecer quería entrar en los aposentos de Pompeya Sila (nieta del dictador Cornelio Sila) y mujer de César.
Según cuentan, Aurelia desenmascaró al profanador antes de que llegara a los mismos, pero el escándalo fue mayúsculo, dicen que las mujeres se tiraban de los pelos y se arañaban los pechos, todo el mundo conoce que Roma era un pueblo supersticioso.
Como consecuencia de este sacrilegio casi todas las romanas embarazadas abortaron, porque estaba extendida la creencia que si el ritual de la Bona Dea era fallido las mujeres parirán monstruos y los niños nacidos seran feos y muy desgraciados. El número de bebés abandonados como consecuencia del acto perjuro de Clodio fue inmenso como lo fue el número de abortos.
Los abortos se provocaron con unas hierbas y centeno que proporcionaban las vírgenes vestales para abortar. No es que fuera el centeno el que provocaba el aborto, sino un parásito del mismo el Clavíceps Purpúrea. Las mujeres embarazadas romanas estuvieron comiendo centeno crudo durante tres días y ,entre otras cosas, se prohibió comer frutos de los árboles de Roma que se consideraron venenosos por la profanación durante todo un año.
Julio Cesar, muy preocupado de su dignitas, al enterarse por su madre del acontecimiento le envió una escueta misiva a su mujer que decía: "Tuas res tibi habeto et vade", que viene a ser algo así como: "Coge el petate y vete con tu madre, ¡¡guapa!!!.." pero en latín, que siempre queda "más fino"...
La madre de César, Aurelia, típico ejemplo de respetada matrona romana, defendía que Pompeya no había tenido relación con Clodio y que ni siquiera estaba enterada de su profanación, pero César ya iba diciendo aquello de:
"Cesar y la familia de César deben estar por encima de cualquier sospecha..."
Frase que se convirtió, como otras muchas cosas de César, en un clásico.
Otra versión de esta frase, viene a consecuencia de este divorcio. César ya soltero tenía una relación anterior con Servilia Cepionis, cuando esta se quedo viuda de Silano a la vez que César divorciado y ya que ambos eran amantes, Servilia le pidió matrimonio a César y este se negó alegando:
"La mujer del César además de ser honrada, tiene que parecerlo.."
Y parece ser que Servilia no se lo tomó muy bien, ya que solo había sido infiel a su marido con César, o eso dicen.
Clodio, el autor del sacrilegio fue asesinado brutalmente por rivales políticos el 18 de enero de 52 a. C. en la Vía Apia, cerca de Bovillae.
Julio César fue asesinado en los Idus de Marzo del 44 A.C. de 23 puñaladas por sus enemigos políticos, uno de ellos el famoso Bruto (Marco Junio Bruto) persona que fue adoptada como hijo por Julio César anteriormente y que era el vástago de Servilia Cepionis y Silano.
Al parecer Julio César se creía un "Favorito de Fortuna" y así fue hasta que ésta le abandonó. Pero sin lugar a dudas es un personaje histórico apasionante, por lo menos para mi.
Que Fortuna no nos abandone.
Una historia apasionante.
ResponderEliminarMe gustaría saber de quienes venimos en linea genealógica...al igual de uno de aquellos asesinos de asesinos...Bueno Puchi no, Puchi viene en la barca de Mas, vienen de Itaca, icata taca, que los cojones te tocaré.
salut
Yo ya estaba por allí en aquella época y puedo dar fe de cuando explicas, recuerdo que con Miquel alguna vez habíamos desayunado con Bruto, que era un buen chico, un poco alocado quizás, pero un buen chaval, apuñaló a Julio César sin mala intención.
ResponderEliminarInternaste historia, y se agradece que la compartas. Sí, la mujer del César ha de parecer honrada, además de serlo.
ResponderEliminarUn abrazo
Comparto lo que expresas en tu último párrafo. César siempre fue un héroe para mí...a pesar de los pesares.
ResponderEliminarMiquel, seguramente tengamos una parte de esos ciudadanos de Roma. Su civilización tuvo éxito entre otras cosas por el mestizaje, creo yo.
ResponderEliminarUn saludo
Francesc, imagino que serian unos desayunos "brutakes", dicen que es bueno desayunar fuerte.
ResponderEliminarUn saludo
Albada Dos, perece que hace ya mucho tiempo que vivimos en la civilización del "que diran", nada es nuevo. Un saludo
ResponderEliminarLUis Antonio, posiblemente sea uno de los personajes más interesantes. Todo un ejemplo del modo "romano" de hacer las cosas...
ResponderEliminarUn saludo