El pequeño emperador.

  Un dia, una tia de mi ex de Bilbao vino a casa con su nieto. El nieto era hijo de su hija y esta nunca le dijo quién era el padre. La madre de la criatura básicamente se habia desentendido del niño y dejaba a la abuela con las labores de educación y manutención del niño, mientras la madre estaba de juerga nocturna un dia si y otro también, ni trabajaba, ni colaboraba en casa y solo hacía que refunfuñar por todo y poner pegas a las cosas que recibia.  

 A lo que íbamos, me dejaron a cargo del niño y mi ex y la abuela se fueron a pasar el dia juntas a Bayadoliz, al iquea.

 Hora de almuerzo, diez y media de la mañana, el que suscribe siempre tiene un jamón en casa por sus indudables efectos nutritivos y estéticos en la cocina. Ese dia era un jamón de recebo, con un corte que "se me saltaban las lágrimas por la emoción". Parto jamón para mis tres hijos y el invitado,  el invitado dice que "él no come jamón", pues muy bien le digo, no comas. 

 Llega la hora de la comida y les pongo unas alubias verdes con opción de vinagre y aceite o mayonesa y dice el niño que a él no le gustan las alubias verdes, pues muy bien le digo, no comas alubias verdes. 

 El segundo plato consistía en filetes y que cada uno se lo hiciese a su gusto en una plancha eléctrica puesta en mitad de la mesa, al niño no le gustan los filetes dice y no come, pues no comas. 

 En la merienda vuelvo a sacar el jamón, y repetida respuesta del infante.

 La verdad es que el niño era un buen chaval, noble, listo y con una mirada limpia, pero mal educado en las comidas por la madre y mimado por la abuela que se veía obligada a hacer tres platos todos los días, uno para ella, otro para el nieto y otro para la madre.

 Llega la hora de la cena, sobre las 10 de la noche y hago un bacalao a la romana "de libro", llegan mi ex y su tía. Y nos ponemos a cenar todos juntos, el niño devoraba el bacalao, (casi se muerde un dedo), y la abuela me comenta: "En mi casa nunca come pescado, ¿como lo has conseguido?". Mi respuesta fue: "Es cuestion de psicologia".

 Al día siguiente al almuerzo, dada mi atención psicológica al rapaz, el niño ya comía jamón como una lima y decía que estaba muy bueno y es que lo estaba. 

 La abuela estaba alucinada. Le conté lo que habia hecho y como el pequeño no habia comido desde el desayuno, que uno no puede someterse a los caprichos del chaval, que si no come ahora, ya cenará más tarde. Como ejemplo le explique que en Europa la comida va detrás de los niños y que en África los niños van detrás de la comida. La abuela me dió toda la razón, pero me dijo que ella no tenía esa fuerza de voluntad. La comprendí de todo corazón, y me apene por ella, le contesté que esa era labor de la madre (no tenía padre el niño) no de la abuela. 

 Le comente que yo jamás pedía esa aberración gastronómica que llaman menú infantil en los restaurantes, los niños comían igual que los padres, si habia gambas y chuletón para los padres lo habia para los hijos y si no habia para los hijos tampoco para los padres. Y no consiento que anden los niños por el restaurante haciendo el gilipollas como veo algunas veces con la estúpida disculpa "esquesonniños". Yo entiendo la familia asi, como un conjunto de respeto mutuo. 

 El problema del niño es que tenía el "Síndrome del pequeño emperador", un término que aprendí en China. Pequeño Emperador es como llaman allí a los hijos únicos, la inmensa mayoría de las familias chinas.

 Allí, al igual que aquí,  cuando se es hijo único ("los niños son más listos que el hambre") el infante pronto empieza a marcar los ritmos de la casa y se convierte en un tirano emocional, que es lo que ocurría con el sobrino de mi ex, se vuelve caprichoso, egoísta, desprecia lo que tiene y los padres pasan a ser esclavos de la criatura. 

 Tenía a su abuela esclavizada y como su madre solo le daba mierdas de chuches entre horas para quitársele de encima el niño estaba básicamente mal alimentado y educado. 

 Los padres deben educar y los abuelos mimar, no los abuelos dedicarse a educar a estos adorables pero pequeños cabrones, porque no es su trabajo. Es bueno que los niños estén con los abuelos, pero la educación y el trabajo que conlleva es cosa de los padres, como educarlos en que nada es gratis, que todo sale del esfuerzo de alguien. 

 Algunos abuelos se han convertido de facto en padres por segunda vez, es otro tipo de esclavitud social y chantaje emocional. El dejanos al niño un dia para que podais salir a dejar prácticamente todo el tiempo a los niños con los abuelos.  Ni yo, ni mi ex hemos hecho eso, somos padres de tres hijos y como tal debemos comportarnos. 

 Algún año más tarde, la abuela me dijo que si el pequeño hubiera estado conmigo más tiempo no sería tan caprichoso. Es verdad, porque ese chaval era listo y entendía bien los mensajes, si hubiera estado en mi casa unos meses estoy seguro de que habría cambiado, seguro. 

 Cuando me separé de mi ex, su tía me llamó y me dijo que en su casa de Bilbao iba a ser siempre bien recibido, con divorcio o sin el, que me apreciaba y lamentaba mucho el divorcio. Es una buena mujer, muy trabajadora, que ha tenido que luchar mucho en la vida, con un marido baboso que la despreciaba y dos hijas bastante idiotas. 

 Así he educado a mis tres hijos, yo y mi ex, que siempre fue buena persona y buena madre, con divorcio o sin él. 

  Esta entrada va dedicada a Miquel Cartisano, que me pidió que ahondara en el tema del Pequeño Emperador. 

 Que Fortuna nos propicie Educación.