Estatua de Kafka.

 Estatua del artista Jaroslav Róna en la calle Vězeňská en el barrio judío de Praga, (por donde se acaba Gamonal, más o menos). 

 Es una estatua que me gusta mucho, creo que le hace un magnifico homenaje al autor y que seguramente, Fortuna mediante, si el tiempo no lo impide y con el permiso de la autoridad competente conoceré físicamente. 

 La estatua, en mi opinión, le viene "al pelo" al autor, persona que he conocido a través de dos de su obras. . 

 A Franz Kafka le conocí en el Rastro de Burgos, se me presentó en forma de un libro de paginas amarillentas y portada triste y descolorida, pero que no estaba dispuesto a morir, vendía barata su vida sabiendo que una pequeña cifra sin pretensiones capitalistas le iba a dar muchos años más de vida.  Su vida por 125 pesetas o así, no me acuerdo bien, pero un buen negocio para ambos, para el libro que ya lleva muchos años conmigo y para mi que intento desasnarme a base de lecturas, como debe ser. 

 Así descubrí a Kafka en su "Proceso" y  me encanto. 

 Conseguí otra cita con él la semana siguiente, en el mismo sitio,  fui a nuestro lugar de encuentro y note un cambio en él, La Metamorfosis me fue manifiesta. Posiblemente dos de las mejores inversiones de mi vida. 

 Solo he leído de él estos dos libros. pero ambos dos veces y habrá una tercera. No soy critico literario, pero puedo decir que estos libros me gustaron mucho, entras en un mundo "diferente" pero no tan distinto del real. 

 Tengo una casa de pueblo, grande y se me queda pequeña, todavía sigo comprando libros de papel.   Algunos dicen que hago el tonto porque puedo conseguirlos en formato electrónico, que crean polvo y ocupan espacio, es verdad. Pero yo se que algún día se apagaran las luces eléctricas a nivel mundial y yo  o mis hijos,  (si no la tiran y cambian a otro formato en unos años después de mi muerte, cosa no exenta de fundada probabilidad) podremos seguir leyendo lo que nos de la gana, entre otros a Kafka. 

 A lo mejor es que me estoy haciendo más viejo, (eso seguro),  y más escéptico, posiblemente. Al fin y al cabo uno ha sido Gregor Samsa y  Josef K. y eso marca mucho, no se crean. 

 Que Fortuna nos permita conocer.