viernes, 30 de octubre de 2020

Los tontos necesarios

 Pinchos morunos y cerveza. A la sombra de la antigua muralla de Melilla, mi interlocutor -treinta años de cómplice amistad- se recuesta en la silla y sonríe, amargo. «No se dan cuenta, esos idiotas -dice-. Es una guerra, y estamos metidos en ella. Es la tercera guerra mundial, y no se dan cuenta». Mi amigo sabe de qué habla, pues desde hace mucho es soldado en esa guerra. Soldado anónimo, sin uniforme. De los que a menudo tuvieron que dormir con una pistola debajo de la almohada. «Es una guerra -insiste metiendo el bigote en la espuma de la cerveza-. Y la estamos perdiendo por nuestra estupidez. Sonriendo al enemigo».


Mientras escucho, pienso en el enemigo. Y no necesito forzar la imaginación, pues durante parte de mi vida habité ese territorio. Costumbres, métodos, manera de ejercer la violencia. Todo me es familiar. Todo se repite, como se repite la Historia desde los tiempos de los turcos, Constantinopla y las Cruzadas. Incluso desde las Termópilas. Como se repitió en aquel Irán, donde los incautos de allí y los imbéciles de aquí aplaudían la caída del Sha y la llegada del libertador Jomeini y sus ayatollás. Como se repitió en el babeo indiscriminado ante las diversas primaveras árabes, que al final -sorpresa para los idiotas profesionales- resultaron ser preludios de muy negros inviernos. Inviernos que son de esperar, por otra parte, cuando las palabras libertad y democracia, conceptos occidentales que nuestra ignorancia nos hace creer exportables en frío, por las buenas, fiadas a la bondad del corazón humano, acaban siendo administradas por curas, imanes, sacerdotes o como queramos llamarlos, fanáticos con turbante o sin él, que tarde o temprano hacen verdad de nuevo, entre sus también fanáticos feligreses, lo que escribió el barón Holbach en el siglo XVIII: «Cuando los hombres creen no temer más que a su dios, no se detienen en general ante nada».


Porque es la Yihad, idiotas. Es la guerra santa. Lo sabe mi amigo en Melilla, lo sé yo en mi pequeña parcela de experiencia personal, lo sabe el que haya estado allí. Lo sabe quien haya leído Historia, o sea capaz de encarar los periódicos y la tele con lucidez. Lo sabe quien busque en Internet los miles de vídeos y fotografías de ejecuciones, de cabezas cortadas, de críos mostrando sonrientes a los degollados por sus padres, de mujeres y niños violados por infieles al Islam, de adúlteras lapidadas -cómo callan en eso las ultrafeministas, tan sensibles para otras chorradas-, de criminales cortando cuellos en vivo mientras gritan «Alá Ajbar» y docenas de espectadores lo graban con sus putos teléfonos móviles. Lo sabe quien lea las pancartas que un niño musulmán -no en Iraq, sino en Australia- exhibe con el texto: «Degollad a quien insulte al Profeta». Lo sabe quien vea la pancarta exhibida por un joven estudiante musulmán -no en Damasco, sino en Londres- donde advierte: «Usaremos vuestra democracia para destruir vuestra democracia».


A Occidente, a Europa, le costó siglos de sufrimiento alcanzar la libertad de la que hoy goza. Poder ser adúltera sin que te lapiden, o blasfemar sin que te quemen o que te cuelguen de una grúa. Ponerte falda corta sin que te llamen puta. Gozamos las ventajas de esa lucha, ganada tras muchos combates contra nuestros propios fanatismos, en la que demasiada gente buena perdió la vida: combates que Occidente libró cuando era joven y aún tenía fe. Pero ahora los jóvenes son otros: el niño de la pancarta, el cortador de cabezas, el fanático dispuesto a llevarse por delante a treinta infieles e ir al Paraíso. En términos históricos, ellos son los nuevos bárbaros. Europa, donde nació la libertad, es vieja, demagoga y cobarde; mientras que el Islam radical es joven, valiente, y tiene hambre, desesperación, y los cojones, ellos y ellas, muy puestos en su sitio. Dar mala imagen en Youtube les importa un rábano: al contrario, es otra arma en su guerra. Trabajan con su dios en una mano y el terror en la otra, para su propia clientela. Para un Islam que podría ser pacífico y liberal, que a menudo lo desea, pero que nunca puede lograrlo del todo, atrapado en sus propias contradicciones socioteológicas. Creer que eso se soluciona negociando o mirando a otra parte, es mucho más que una inmensa gilipollez. Es un suicidio. Vean Internet, insisto, y díganme qué diablos vamos a negociar. Y con quién. Es una guerra, y no hay otra que afrontarla. Asumirla sin complejos. Porque el frente de combate no está sólo allí, al otro lado del televisor, sino también aquí. En el corazón mismo de Roma. Porque -creo que lo escribí hace tiempo, aunque igual no fui yo- es contradictorio, peligroso, y hasta imposible, disfrutar de las ventajas de ser romano y al mismo tiempo aplaudir a los bárbaros.


Original aquí.



Iba a hablar de nuestro nuevo rey Sanchez I que ayer impuso el estado de Alarma Perimetral, Progresista, Cogobernada, Feminista, adaptable al barrio y a las horas de seis meses, pero si quieres menos, te lo adaptamos por dias. 

 Una medida excepcional para tiempos excepcionales. En una actitud rayando la de un real sinvergüenza (es referir un comportamiento, no insultar) se coge y se va del Congreso sin dar más explicaciones a sus vasallos. 

 Solo se me ocurre una pregunta: ¿Que otra cosa mejor tenía que hacer nuestro su alteza real?, ¿ adonde fue nuestro regio representante? ¿qué ocupación le impidió hacer frente a las preguntas que pudieran hacerle?. Seis meses de poder absoluto conseguidos por la torpeza del PP y Ciudadanos, los cómplices necesarios, los tontos imprescindibles. Como lo que apunta Pérez Reverte con el islamismo, estos, los tontos, son siempre necesarios cuando la cosa se malogra.  

 Y no es defender la postura de otros tontos, los de VOX, con sus soflamas estériles y estúpidas (vease esa  moción de censura hecha por cantamañanas y sólo apta para cenutrios), cantamañanas que se han quedado, otra vez, y de gratis, con la bandera de todo un país, perdida por otros idiotas con complejos.

 Es simplemente que no se puede dejar poder absoluto a un presidente con la sola condición de que de explicaciones cada dos meses, así de sencillo.  Viendo cómo afronta el mayor problema de este país desde hace décadas, es  decir, no afrontandolo pasando absolutamente de todo y evadiendo su responsabilidad, es peligroso, muy peligroso. 

 Como referencia tómese a Macron o Merkel, que se habrán equivocado o no, no lo se.  Pero siento envidia de unos presidentes que dicen:  "He tomado la decisión" ante un problema. Vuelvo a decir, se podrán equivocar o no, pero son valientes y responsables y eso es lo que pido a un presidente, que de reyes cobardes y mezquinos, cortesanos y demás filibusteros ya hemos tenido y tenemos muchos, demasiados, no hace falta sumar a esta vergonzosa lista a un presidente de gobierno con ganas de ser rey absoluto, juez y parte. 


 Resumiendo, que los de las sharias ante nuestra falta de recursos y nuestra cobardía, (no estoy hablando de hacer una guerra como la Irak), nos darán por ahí, por donde amargan los pepinos y que tenemos un presidente mentiroso (vuelvo a decir que es hacer referencia a un hecho cierto) y vago, pues se desentiende de todo y de todos. 

 Solo es presidente para coger vuelos privados e invitar a sus amigos a sus regios aposentos después de colocarles en jugosos puestos que usted y yo, es timado contribuyente, pagamos (empezando por su mujer y la mujer del vice, y siguiendo por sus amigos de la juventud, es aludir, no criticar). 

 Un personaje al que el pueblo, es decir usted y yo, le importa muy poco más allá de las elecciones . ¿Que tenía que hacer el rey Sanchez ese dia? esa es la pregunta. 

 

 Que Fortuna nos ampare. 


12 comentarios:

  1. Con el ganado vociferante que tiene enfrente en el Parlamento, yo de él, no asistiria nunca, no vale la pena discutir permanentemente con estos semovientes exacerbados, es perder el tiempo, en cuanto a Pérez Reverte, me tiene mi psiquiatra prohibido leerlo por higiene mental y exceso de testosterona patria, eso si.

    Saludos cordiales

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  2. Esto está perdido, DANIEL. No te esfuerces más.
    Si pudiera me iba al interior de Aragón, a un pueblo perdido de Teruel, de Soria o de Extremadura. Pero me iba, eso bien lo sabe Dios.
    salut

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  3. Lo de los yihadistas es de pena. Estos controles, o toques de queda, o yo qué sé, es que algo se ha de hacer, porque el virus sigue sin control

    Un abrazo

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  4. El texto es muy valiente y de una lucidez extraordinaria.
    Los fanáticos son un peligro gravísimo, no atienden a la razón, su sinrazón es el ataque violento. La muerte. Y ahí están, en casa, paseando por nuestras calles, como aquellos otros que lucen lacitos símbolos y proclaman una Arcadia feliz y dicen que son más que los demás.
    Fanáticos, totalitarios, intolerantes, supremacistas, talibanes, lo digo por todos estos y por los que hacen de politiquillos en un parlamento histriónico; una pandilla de ociosos que más les valdría dejar de manipular, callarse y ponerse a trabajar, que buena falta hace.
    Salud
    Francesc Cornadó

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  5. ¿ Tercera guerra mundial ?. No, mas bien una guerra de baja intensidad, provocada y ejecutada por gente con graves desordenes mentales.

    Hablamos de sociópatas y sádicos, que cortan cuellos ahora, pero que en el pasado vestían uniformes negros en Dachau, o que asaltaron Jerusalén con una cruz en el escudo masacrando a toda la población.

    También se habrían sentido a gusto en el profundo sur de EEUU linchando negros cuyo único delito habría sido mirar a una mujer blanca.

    Nuca he creído en el mal como una entidad independiente, pero si que creo en la naturaleza malvada de algunos seres humanos.

    Todo es cuestión de tener una coartada, y ahora, con las redes sociales también tienen su público.

    Y lo de nuestra política no tiene remedio, desengáñate.



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  6. Hoy me he enterado mirando La Vanguardia de la noticia del degollamiento de varias personas en Francia. Hace más de dos años que no leo la prensa pero hoy quería saber sobre la normativa del confinamiento en Cataluña. Pienso que estamos indefensos en nuestra sociedad democrática para enfrentarnos al islamismo fanático. No hay nada que hacer. Palo si te resistes y palo si te rindes. Macron ha querido resistir pero ahí lo tienes. El Islam terminará conquistando Europa, solo es cuestión de tiempo. Saludos.

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  7. FRancesc, llamar ganado vociferante a Rufián me parece excesivo. Reverte es un magnífico articulista, a mi como escritor hay libros que me gustan y otros no tanto, pero sus artículos no me los pierdo. Estoy seguro que tu psiquiatra no ha leído a Reverte, quizás debe dejar el Ello, Yo y Superyó, pasar de Freud y Yung y leer otras cosas. Mucho cuidado con ls psiquiatras, que están todos locos.
    Un saludo

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  8. Miquel, no te voy a hacer caso. Kennedy en su discurso a la prensa recordó:

    "Solón decretó como delito que cualquier ciudadano se desentendiera de las controversias"

    Y ya se que los discursos son lo que son, pero ese en concreto, siempre me apasionó. Y yo no soy como Sanchez.

    Un saludo.

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  9. Albada Dos, no cuestiono los toques de queda, ni cuestiono el estado de alarma, solo los veo soluciones parciales que debieran complementarse con pruebas masivas. ¿Porque no se hacen más pruebas? sinceramente pienso que es porque si se hiciesen el número de contagios seria monstruoso y ya sabes: "OJos que no ven.." golpe que te metes...
    Un saludo.

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  10. Francesc Cornadó "pandilla de ociosos" no puedo estar más de acuerdo contigo. Muchos de esos que se llaman "revolucionarios" y "defensores de pueblos, pueblas, patrias y patrios" de todos los colores, simplemente buscan una eficaz forma de vivir sin trabajar. Para ello necesitan de los tontos necesarios, ya sean estos fanáticos asesinos u otros, gente con orejeras o ciegos, gente resentida con todo y con todos
    En otro orden de cosas, es curioso ver como mientras ellos hunden las cuentas públicas y destruyen países su situación personal mejora ostensiblemente. ¿Cómo es posible que hundan la economía de otros mientras la suya crece?, ¿son tontos solo para los demás?, ¿porque no aplican las mismas medidas a la economía de otros que a la suya?.
    Contra los fanáticos poco se puede hacer más allá de poner controles estrictos, sacarles de las escuelas y vigilar mucho sus puntos de reunión. Justo lo contrario que algunos otros tontos defienden.

    Un saludo.

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  11. Rodericus, fanatismo e ignorancia suelen ir unidos. Lo de baja intensidad depende, me temo que dentro de poco pasará algo mucho más grave y que será muy tarde para pararlo. En España, ya podemos solucionarlo, porque han sido muchos los que han generando bandos para alimentar su "sopa", su chalet y su modus vivendi. Ahora vemos como una señora sin estudios reconocidos se dedica a dar "Masteres", este es el nivel que hemos llegado.

    https://www.periodistadigital.com/politica/20200726/mujer-pedro-sanchez-forra-lindo-curso-complutense-7-000-euros-estudiante-noticia-689404345648/

    Todas estan cosas van creando poso, y al final revientan, espero que no, pero me temo que si.

    Un saludo.

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  12. Joselu no lo tengo yo muy claro, creo que si esto no se soluciona con buenas artes, se solucionará a las malas que será más doloroso y cruel.
    Hay veces, como cuando veo que quieren meter el islam en las escuelas, que pienso que somos gilipollas. Y yo no soy católico, que conste.

    Un saludo.

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Piensa como piensan los sabios, más habla como habla la gente sencilla. Aristoteles (384 AC-322 AC). Filósofo griego.

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