Prologo: La solidaridad.
Yo soy de un barrio de Burgos y desde pequeño he conocido el trato con otras culturas. Cuando era pequeño era muy solidario con otras culturas.
Los gitanos venían, me pedían fraternidad y se apropiaban de mi propina y de mi reloj. En esta situación estaba engendrando un cierto mosqueo con esto de la solidaridad multicultural. Es muy cansado ser altruista todos los días.
Capítulo I: Choque Cultural.
Tenía yo quince años y me junte con una cuadrilla de ocho personajes como yo, básicamente rockeros. Un dia estabamos cuatro de estos amigos y yo esperando en la calle Fernán González a que abrieran un pub "El Metropol". Se nos acercaron dos gitanos, "El Toto" y "El pirata", y nos identificaron como miembros de la "fraternidad entre culturas".
Para financiar tan loable fin, nos iban pidiendo todo el dinero y el tabaco que teníamos. Cuando llegaron a mi les dije que tenía 125 pesetas y que yo no era ni altruista, ni generoso. Ante el fascismo de mi respuesta "el Toto" me dijo que entrara con él al portal anexo y yo entré . Mientras, su socio militante oenegeista iba recaudando las contribuciones al resto de mis amigos.
Cuando entramos al portal, El Toto me empujó y yo le respondí dando un fascista puñetazo en su nariz que le hizo caer al suelo (me dolió la mano un par de días, todo sea dicho). Estaba yo encima suyo para sujetarle y vino el oenegeista que ya habia recaudado la contribución solidaria a mis amigos.
Me saludó con una patada humanitaria en la espalda que todavía recuerdo y los dos militantes solidarios me propinaron una somanta buena, yo no soy Brusli. Se llevaron mis 125 pesetas y allí quedé yo magullado, dolorido, pero con mi orgullo intacto. A mis supuestos amigos les dije que si no les daba vergüenza que les robasen dos a cinco y que me hubieran pegado sin ellos levantar ni la voz.
Los gitanos viendo mi carencia de altruismo y generosidad para con su causa, cuando iban a hacer sus recaudaciones multiculturales ya no volvieron a intentar robarme. Robaban a mis amigos y a mi no. Supongo que pensarían que si para quitarme 125 pesetas se tuvieron que emplear a fondo, para quitarme mil sería más complicado y no andaban desencaminados, (ya llevaba un mechero vacío siempre en el bolsillo para no dañarme la mano y habia planificado mi defensa). No volvieron a robarme y eso me convirtió en la banca del grupo, pero eso es otra historia.
Capitulo II. El Huevo.
Una tarde de verano, cuando tenia 17-18 años, estaba sentado en un banco de piedra anejo a la pared de un pub que se llamaba Diablo Cojuelo. Estaba yo solo, fumando, mientras miraba a unas chicas que estaban a mi derecha y sentí que alguien se acercaba por mi izquierda y me arrebataba mi Ducados de la mano. Cuando me volví me encontré dos gitanos, uno de ellos, cañajo, feo y escuchimizado, (pesaría 150 gramos), mientras fumaba mi cigarro de forma ansiosa, con los brazos cruzados, me dijo:
"Ahora me vas a dar todo el tabaco que tengas y todo el dinero.."
Sin abrir la boca le di mi respuesta a su invitación a la relación económica-solidaria-multicultural.
Me levanté rápido y le di una galleta a mano abierta con todas mis ganas, le espatarré en el suelo, todavía me duele la mano. A su acompañante le pregunte que si también quería mi tabaco, pero se habia quedado un poco ¿atónito? de mi respuesta y solo acertó a decir:
"Te has buscado la ruina, no sabes con quién te has metido, es el Huevo. Ahora sus tíos y sus primos te van a buscar, tienes la ruina encima.."
El caso que mientras solventábamos nuestras diferencias culturales el Huevo iba tomando consciencia de la realidad y de los daños que genera el tabaco ajeno. Sinceramente creo que no se esperaba el impacto de mi tabaco en su escaso cuerpo. Ya no quiso fumar más y los dos se fueron avisándome de mi "ruina", que me iban a matar y esas cosas...
He intentado patentar este método para dejar de fumar, pero me han llamado bruto y no se qué más, soy un incomprendido, un diamante sin pulir, un talento sin explotar...Luego que si los cerebros nos vamos del país..
Epílogo. Conclusiones.
Como resultado de estas actuaciones en el ambiente reinante de la época, digamos que todo lo que olía a gitano me resultaba francamente desagradable, desde ellos a esa música de los 80 de Chungitos, Los Chichos, Calix y demás, la odiaba. Una infancia de solidaridad forzada y una adolescencia siempre alerta no son buenas para propiciar entendimientos culturales con quien te roba, o lo intenta, digo yo.
Pero, los años pasan, los que te venian a robar te compran "fergonetas" y tú se las vendes porque te respetan y te haces respetar. (hasta el año 2.000 no pase a V. Pesados). Excepto en una ocasión no tuve más problemas con gitanos, ya lo contaré otra vez, o no, ya veremos.
El libre comercio es un antídoto contra los prejuicios, los nuestros y los suyos.
Pasa el tiempo y su música ya no te provoca arcadas, de repente te ves escuchando a Camarón, hay que joderse. Y te gusta Camarón, piensas que como canta el tio es Arte con todas las letras y hasta te cae bien.
Un dia descubro que se me pone "la carne de gallina" con este video de Camaron de la Isla en una actuación en Montreal.
¡¡¡Madremiadelamorhermoso!!!!
Me sorprendo cantando en el coche "a todo trapo", Soy Gitano... Coño, que casi me la sé de memoria de las veces que la he escuchado.
¡¡¡España se hunde!!!
Luego descubres que hay más gitanos honrados que ladrones, que cada uno se busca la vida como puede y quiere, que en el fondo admiro su sentido de la familia y su libertad.
Disfruten el video de Don José Monge Cruz alias "Camarón de la Isla".
Ahora quienes me imponen la solidaridad forzada son otros, no son gitanos y no tengo manos para tantos, no puedo defenderme.
Que Fortuna nos proteja de las "solidaridades forzadas".
Nosotros semos personas suelen decir. Pues si hijo, hay de todo tanto en los gitanos como en los payos. Aunque es cierto que las trapacerías abundan más en gitanos que en payos.
ResponderEliminarAunque no habría que olvidar la frase maldita: Yo no soy racista, pero...
Saludos.
Francesc Puigcarbó, no me gustaría tener vecinos gitanos, ellos entienden la vida de una forma y yo de otra, en la mayoría de las ocasiones. Pero he aprendido que si ellos hacen sus cosas, yo las mías y no nos estorbamos no pasa nada.
EliminarUn saludo.
De todo, en todas partes.
ResponderEliminarY gracias a la Virgen Blanca no soy racista.
Miquel que alli teneis una Virgen negra y la llamáis la "Moreneta" en vez de la "Afroiberica" que seria lo correcto, por favor.
EliminarUn saludo.
Estos tenían más que ver con Camarón de lo que pueda parecer:
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=j9jbdgZidu8&list=RDj9jbdgZidu8&start_radio=1&rv=iTdHQ065A_o
Francesc Puigcarbó, si te digo la verdad no conocia a este grupo, supongo que tendras tus razones para decirlo. Camarón creo que hizo "su mezcla" y esa mezcla le salió genial, pero tampoco me atrevo a opinar mucho más, solo que me gusta.
EliminarUn saludo.
Creo que FRANCESC te menciona a los Pogues, porque Shane MacGowan, el indomable líder de la banda igual que Camarón, fue muy amigo del alcohol y las drogas, uno de los poco grupos que unió folclore y punk, hacía celitc-punk, usaban instrumentos típicos de la Isla —banjo, armónica, mandolina, acordeón o flauta— que destacaban sobre la furia de las guitarras. Pusieron la banda sonora a una generación de jóvenes irlandeses, a la que pertecenieron, que abandonó el verdor atlántico por el gris londinense en busca de un futuro mejor...cono Camarón, por eso, supongo que te lo mencionó ; )
EliminarNo conocía el vídeo pero es una pasada que suscita entusiasmo. He tenido relaciones diversas con gitanos, desde muy malas a excelentes cuando trabajaba en la fruta de Lérida a mis veinte años y venían a coger melocotones. Me invitaron a su casa en Zaragoza y fui al barrio de chabolas donde vivían. La casita estaba limpísima y me acogieron con enorme respeto y afecto. Como dices, hay más que intentan ganarse la vida honradamente que los que no. Entre los payos hay otro estilo, pero no somos diferentes, lo que pasa es que el estilo gitano es muy marcado. Admiro su resistencia cultural a ser integrados en la sociedad paya. Viven de acuerdo a sus reglas no escritas. Saludos.
ResponderEliminarJoselu, si les conoces y has tenido trato con ellos no te voy a contar nada que no sepas. Ellos ante todo y sobre todo son gitanos, ellos quieren conservar sus costumbres y su forma de entender la vida. Yo admiro su defensa de la familia y como, normalmente, se protegen entre ellos (no siempre). Pero también te digo que yo no les quiero de vecinos, por muchas razones más que emociones.
EliminarQue vivan y sean felices a su manera, a su modo. Personalmente pienso que ellos son más racistas que nosotros, no todos y no siempre, pero lo creo.
Un saludo.
Joselu, yo diferencio la música entre la que me emociona y la que no, soy muy simple.
EliminarUn saludo.
Susana Moreno, como en botica. Mi primeras experiencias fueron muy malas, ya las he expuesto aquí. También te digo y lo se por experiencia propia que el corporativismo gitano no actúa cuando te defiendes de una agresión por robo, como ha sido este caso y eso si te lo puedo asegurar.
ResponderEliminarUn saludo.
¿Ves? estas son las entradas tuyas que me gustan, con tu gracejo natural y esa ironía entre sarcástica y socarrona que te caracteriza ; ) Personalmente no tengo nada contra los gitanos, pero aquí tenemos el inmenso honor de tener viviendo al que se hace llamar “el rey de los gitanos” y qué quieres, es algo así como la camorra Napolitana. A un colega que tuvo que asistir a uno de ellos en el juzgado, le dieron una paliza descomunal en presencia de todo el mundo, naturalmente, detuvieron a los agresores. Al día siguiente montaron una manifestación por todo el pueblo, acusando de racistas a la policía. Tienen copado el mercado de venta ambulante, hace unos años, una facción se escindió, no quisieron pagar el impuesto revolucionario que cada puesto pagaba al “rey” y los desterró jajaja Fue asombroso, lástima que ningún cineasta estuviera por aquí. Una mañana, en la calle principal, apareció una fila inmensa de mercedes de cuarta y quinta mano, en fila india, con colchones en techo de los coches y todos los aperos domésticos preparados para la diáspora, no duró mucho, al cabo de unos meses, el rey les debió perdonar y volvieron. Al menos aquí el racismo es mucho más marcado de ellos hacia nosotros, que al revés. No tienen ningún interés en integrarse, viven en su comunidad y salir de ella es dificilísimo. A pesar de lo que he contado en general la convivencia es apacible, los problemas más gordos los tienen entre ellos y bueno, en los hospitales, cuando alguno de ellos es hospitalizado, acampa toda la familia en la habitación del enfermo, tienen cisco con la seguridad del hospital cada dos por tres. En fin.. Te gusta Camarón porque tienes alma de gitano jaja y lo digo en el buen sentido ; ) A mi Camarón, no mucho, pero sí el cante jondo, aunque lo conozco poco, pero las veces que lo he escuchado en directo, me pone la piel de gallina. Un beso!
ResponderEliminarMaria, a mi no me gusta el "cante jondo", siempre busque música que me animara, supongo que cada uno tenemos unas preferencias y eso es bueno. Si miras el enlace del Diario de Burgos aquí pasaba lo mismo, bueno, sigue pasando en menor medida. Los "ciscos" en los hospitales son frecuentes, uno tiene que aguantarse y otros parecen privilegiados. Son un anarco-liberal si eso existe, que no lo tengo muy claro.
EliminarUn saludo.
Maria, a mi no me gusta el "cante jondo", siempre busque música que me animara, supongo que cada uno tenemos unas preferencias y eso es bueno. Si miras el enlace del Diario de Burgos aquí pasaba lo mismo, bueno, sigue pasando en menor medida. Los "ciscos" en los hospitales son frecuentes, uno tiene que aguantarse y otros parecen privilegiados. Son un anarco-liberal si eso existe, que no lo tengo muy claro.
EliminarUn saludo.
Un texto magnífico, te felicito.
ResponderEliminarNo he conocido a ningún gitano, nunca he tenido trato con ninguno de ellos.
Supongo que hay gitanos que son buenas personas y otros que seguramente serán indeseables.
Lo que veo es que hay muchos prejuicios, probablemente sean fundados, a tenor de las experiencias como las que cuentas y de otras que he sabido. Naturalmente yo no voy a juzgar a una gente que no conozco.
Como tú dices, yo repito:
"El libre comercio es un antídoto contra los prejuicios, los nuestros y los suyos."
Una vez escuche al tal "Camarón" y me gustó muchísimo, luego lo he vuelto a ver en vídeos y a veces, me replanteo la cosa y pienso que este tipo de música no va conmigo, es demasiado apasionada y en ella pesa mucho el sentimiento, algo que a mí no me gusta.
Saludos.
Francesc Cornadó, con los gitanos pasa como con los payos, hay de todo, pero a mi mi infancia me marcó como has podido leer, solo ocurre que vas olvidando y tienes nuevas experiencias y te amoldas a ellas y si, el libre comercio abre mentes, hace que conozcas nuevas personas y aprendes mucho con el trato personal, ese trato personal que quieren eliminar obligandonos a comprar desde un pantalla.
EliminarUn saludo
Supongo, que lo que tú no quieres tener a tu lado, son indeseables, ladrones, pendencieros, gente de mal vivir, que se dan entre todos los credos, religiones, razas. Que lo identifiques de inicio con una etnia en concreto, tiene un tufillo racista que espanta. Menos mal que al final, hasta te gustan ciertas cosas, pero no los quieres a tu lado .
ResponderEliminarSaludos.
Car Res, No se si sera "tufillo racista" , pero ¿a ti te hubiera gustado que una hija tuya se hubiese casado con un gitano?.
EliminarTe voy a contar otra historia real. En una cena con mis vecinos en verano, hace ya unos años yo dije que no quería que mis hijas. ni mi hijo se casarán con gitanos y, claro, se me acuso de racista y esas cosas, pues bien... Cuando deje esa casa y la puse en alquiler, llego una dia y les digo a los que me acusaban de racista: "Ya he alquilado la casa" y me preguntan: ¿A quien se la he alquilado", les respondo: "A una familia numerosa, como es grande.. "
¿Y a que se dedican? me preguntaron, Pues a los mercadillos de esos de los pueblos, contesté, son gitanos pero me han pagado un año en efectivo y me dan un aval de 12.000 euros y se la he alquilado.
Tenias que ver la cara de las dos vecinas que me llamaban racista cuando dije Gitanos, pálidas. les cambió el rostro.
A ti supongo que no te importaría que el marido de tus hijas fuera gitano, pues a mi si. Y si me llaman racista me da igual.
Un saludo.
No tengo querencia particular por Camarón, la rumba o el flamenquito (me van más bien poco); ni ladroneo ni trapicheo ni tengo "fragoneta". Tampoco acumulo prejuicios raciales ni entiendo eso del "estilo gitano", pese a pertenecer a la etnia romaní... Pero como me he habituado a callejear entre los prejuicios ajenos, estoy vacunado contra cualquier dogma.
ResponderEliminarMuy interesantes la entrada y los comentarios.
Salud.
Una mirada alrededor, cada uno tenemos unos gustos, yo no impongo nada, a cada uno lo que le apetezca. Yo aqui, en esta entrada, no hablo de oídas, hablo de mi experiencia. No hablo de perjuicios hablo de hechos. Por lo demás para mi los gitanos deben tener los mismos derechos que los payos, pero también las mismas obligaciones, sin cumplir las obligaciones tampoco se debieran exigir los derechos, digo yo.
EliminarHabrás callejeado por los perjuicios de los gitanos respecto a los payos, supongo, porque yo les veo a ellos más racistas que nosotros.
Un saludo.
Albada Dos dijo Son un pueblo que tiene sus maneras de entender la vida. No creo que tengan que renunciar a ella, pero tal vez se han de adaptar un poco más a las ciudades o pueblos que habitan.
ResponderEliminarUn abrazo.
Albada Dos , nadie dice que tengan que renunciar a nada, pero cuando quieres beneficiarte de unos servicios y unos derechos también debes ser consciente que eso implica unas obligaciones.
EliminarUn saludo
He impartido algunas clases a gitanos y conservo buen recuerdo, pero al llegar a los 12 años, sus padres los sacaban de la escuela porque, según ello, tenían que ayudar a la familia.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Luis Antonio, en mi sector se dice: "Cada uno cuenta la feria como le va". Tuve una novia hace ya muchos años que iba voluntaria a dar clases a Bakimet, un poblado gitano y nunca tuvo ningún problema.
EliminarUn saludo.
Me parece que nos cuentas, Daniel, con cierta sorna determinados ejercicios de supervivencia de tu infancia, en un alfoz complicado, como fueron muchos de los que caracterizaron el desarrollismo y transición política. Son estampas en las que nos reconocemos, con zonas que se consideraban territorios comanches en nuestra imaginación pero sobre los que se cernían peligros nada recónditos, a la vista de todos.
ResponderEliminarA mí me parecen más propias de la xenofobia otras actitudes complacientes que justificaban la violencia de determinados colectivos como un justo dies irae. Como si fuesen bestias que debieran descargar toda su cólera por un pasado ciertamente injusto, en lugar de en el presente intentar ejercer todos sus derechos de ciudadanía . Tampoco creerles iguales, es tratarles con un paternalismo o maternalismo de las administraciones, que los consideran discapacitados frente al resto de la población. Hemos llegado de esta forma a una especie de juicio o de derecho de autor. Depende de quien cometa determinada acción, buscamos eximentes incluso en el pasado. En fin, que se apiaden de estas minorías a los que sus presuntos benefactores quieren verlas consumiéndose en su propia y presunta discapacidad, para que no consigan nunca ser independientes y ciudadanos de pleno derecho en una sociedad libre que solamente te juzgue por tus actos como individuo, no con otros tamices como son los colectivos a los que supuestamente perteneces. Un saludo, Daniel. Decía que me sugerían sorna, por el sarcasmo que late en cada una de las acotaciones en las que empleas el lenguaje políticamente correcto. Así con tanto eufemismo nos vamos construyendo un relato, perfectamente ajeno a la realidad. Cuídate y aguardamos impacientes, las siguientes entregas de tus epopeyas en el barrio. Yo también lo veía como una aventura y ríase el Ulises de Homero y de Joyce.
Muy bueno lo de los vecinos que no querían que alquilaras la casa a unos gitanos. Semos más o menos racistas dependiendo de si vemos un problema en ello.
ResponderEliminarNo estoy especialmente contento de las interacciones que he tenido con personal de esa etnia...
Toy Folloso, todo lo que has leido aqui es rigurosamente cierto. a mis vecinas les cambio la cara, se parecían a ciertos marqueses de Galapagar que no son racistas, hablan de integración pero se van a vivir aislados del mundo. Yo he tenido "interacciones" buenas y malas, porque hay gitanos buenos y malos, al igual que los payos.
EliminarUn saludo.