jueves, 14 de mayo de 2020

Señoras

Los memes de abuelitas que nos enseñan a "vivir la vida" con humor ...

 Las amas de casa, esas mujeres a las que en muchos casos se desprecia ahora como tontas, incultas o inferiores. Toda una generación de mujeres que trabajaron hasta la extenuación, y en muchos casos siguen trabando como "burras", explotadas por hijos o nietos sin vergüenza.

 Más que para despreciarlas es para ponerles una medalla, un trabajo el suyo, no siempre elegido, pero aun así, en una inmensa y aplastante mayoría bien hecho.

 Estoy pensando en mi tía, una mujer que se quedó viuda con la tercera hija recién nacida, que iba a trabajar de "señora de la limpieza" a una fabrica a las 6 de la mañana y por las tardes se iba a limpiar casas de "señoritos bien" cuyas esposas, en no pocos casos, tan incultas como ella, pero peor educadas, la despreciaban y explotaban, pero daban limosna en misa los domingos, eso si.

 Cientos de kilómetros de suelos fregados, cristales inmaculados, parqué brillante con olor a cera, vestuarios, servicios, olor a lejía, y detergente.. y cuando llegaba a casa, le tocaba hacer su propio domicilio que siempre estaba inmaculado, un trabajo realizado a la perfección.

 En la vida aprendió a defenderse de quienes intentaron abusar de ella, médicos con facturas elevadas, el director de la fabrica que cuando tenia el hombro gastado de fregar, no quiso adelantarle al jubilación y demás pillastres que buscan aprovecharse de una viuda. El director era un verdadero sinvergüenza  al que yo conocí en primera persona, un ser realmente despreciable.

 ¡¡¡Mecagoenlamadrequelospario!!!, diosmeperdone dice cuando se acuerda de ellos a sus 82 años.

 Cuando falleció mi padre, ella fue la que más le lloro, mi padre salia de trabajar seis días a la semana y muchos domingos se ponía a trabajar en su casa. Le instaló la calefacción, el agua caliente y muchas cosas más; era una buena persona tu padre, la mejor que he conocido, me dice muchas veces y a mi se me llena el corazón de orgullo.

 Mi tía con menos recursos, la que me mejores propinas me daba. Siempre me decía: ¡¡¡que alto estas!!! , aunque hubiese pasado una semana de la ultima vez que me vio, y me comía a besos.

 Personas como mi tía, mi madre y otras muchas mujeres hicieron este país, sin reconocimiento, sin reclamar nada más que un pasar bien su vejez.
 Muchas fueron compañeras fieles y abnegadas de unos hombres que trabajaron, en la mayoría de las ocasiones, de sol a sol, que hacían horas extras, que no cogieron vacaciones, que se sacrificaron por nosotros. Otras callaron ante maridos sinvergüenzas y mezquinos que nunca las valoraron, las despreciaron y casi esclavizaron,  pero callaban por sus hijos, generosidad. No era el caso de mi tía que conste.  Lo bueno es que estas últimas, cuando quedan felizmente viudas, vuelven a florecer.

 Ni una queja, ni una reclamación, solo trabajo y querer progresar, dejar algo mejor a sus hijos, que sus hijos no tuviesen que pasar por lo que ellos pasaron, esa es en la inmensa mayoría de las ocasiones su motor.

 Esto viene a cuento de una mujer de unos cuarenta años que en medio de la calle sentada en un banco con la que supongo era su madre, la llamaba tonta casi a voces, se me subió la sangre al campanario y la llamé la atención, se calló.
 Cuando me fui volvió al ataque, pero cuando vio que regresaba se apresuro a callar y se fueron las dos. Imagino que cuando llegasen a casa seguiría martirizándola, estas zorras son así.
 Me dieron ganas de pegarla una bofetada, así a mano abierta, con ganas y dedicación, pero era viernes y estaba esperando a mis hijos a la salida del Instituto...

 Luego por la tarde, empece esta entrada y pensé en esa pobre señora , ¿como hubiese sido su vida?, ¿cuanto hubiese trabajado para alimentar al animal que tenia al lado?, ¿cuantos disgustos, sin  sabores o malos ratos pasaría?, ¿cuantos esfuerzos y sacrificios no hubiese hecho por la alimaña que ahora la vocea e insulta?, ¿que pensaría cuando su hija le daba las voces?, cuando la humillaba en público...   Ella casi lloraba con la cabeza gacha, con el sacrificio marcado en las nobles arrugas de su cara, esa imagen hizo que me subiera un latigazo de rabia por el estomago, visceral...me arrepentí, tenia que haberle dado esa bofetada.

Y si, la ilustración de arriba es porque siempre, siempre, siempre que íbamos a casa de mi tía, esta señora (en el mejor sentido de la palabra) siempre nos ponía algo y siempre, siempre, siempre nos ponía de más y se ponían pesada para que lo comiésemos todo, aunque ellas tuvieran una economía muy modesta, eran y son así, y no hace falta que cambien, sino que las entendamos y respetemos.

Que esta entrada sea mi humilde, pero sentido, homenaje a esa generación que nació en la guerra, que pasaron penalidades y que, sin embargo, a base de mucho trabajo, esfuerzo y sacrificio, hicieron este país,  dejando siempre lo mejor para otros. Generosidad es la palabra que mejor las define y eso en este mundo egolatra, egoísta y mezquino, es una cualidad a tener en cuenta y sobre todo agradecer.

Que Fortuna sea prodiga con las abuelas.

12 comentarios:

  1. Mujeres de las que ya no quedan ,con ese rol cuidador de todo lo que las rodeaba, qué ánimos tenían, que fuerza sacaban.

    En fin, mujeres que deberían estar siempre. Un abrazo

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  2. Aún quedan mujeres así, tengo a una en casa y hay muchas afortunadamente, aunque cierto és que muchas como ella han muerto en las Residencias (tiene guasavel nombre) dejadas de la mano de dios y de los hombres.

    Saludos

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  3. Ese prototipo de mujer resignada y adaptada a su papel de cuidadora voluntariosa y trabajadora sacrificada mucho más allá de lo razonable, es un modelo que en el presente y el futuro ya no existirá. Humanizaba el mundo pero suponía la condena de por vida de mujeres a su papel de asistencia o limpieza. Las jóvenes generaciones ya no están por la faena. Las mujeres ya no quieren ser víctimas de un mundo de hombres. Así que en el futuro lo tenemos crudo. No me extrañaría que los cuidadores virtuales vayan ocupando en las próximas décadas algunas funciones que antes hacían las mujeres y los que quieren que les limpien, que contraten una empresa con trabajadoras aseguradas y con horario concertado. Lo que has contado es propio de un mundo que ya no es, o que pronto dejará de ser. Saludos.

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  4. Fueron la viga maestra y el sostén real de muchas familias.

    Pero esa capacidad de sacrificio a cambio de muy poco, morirá con ellas.
    No veo esa cualidad en las muchachas de ahora, nacidas y criadas en la abundancia, y que dan por normales las comodidades de que disfrutan, sin conocer realmente el precio que tienen.

    Un abrazo.

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  5. Grandes hembras, fuertes y voluntariosas pero tristemente dóciles a su suerte. Los pobres varones de aquella generación también acabaron muy machacados por motivos y credulidades varias, pero siempre las mujeres se llevaron la peor parte por condicionamientos sociales más graves.
    La existencia resulta demasiado aleatoria o lo que es lo mismo injusta. Y no hay remedio que aprender a digerirla.
    He visto demasiado y en su día me dio por protestar, ahora también callo pero mi mente se va liberando a gran velocidad porque he comprobado que a todo cerd@ lo espera su San Martín (empezando por quien escribe) y presenciar la incapacidad de tantos para asumirlo cuanto menos prestan teatrito gratis aunque penoso.

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  6. Albada Dos las defines muy bien: "con ese rol cuidador de todo lo que las rodeaba", aunque yo añadiria su papel de economista, que también es muy importante.
    Un saludo

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  7. Francesc, muchas han muerto y moriran en residencias, porque las residencias no son hospitales, tampoco son hogares. Son lugares donde las dejan las personas que en este mundo nos olvidamos de lo importante por lo "urgente", en no pocoas ocasiones, en otras hay otras circunstancias. Un saludo

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  8. Joselu, no es bueno juzgar hechos pretéritos con la visión actual de los mismos. Esas personas nacieron en la guerra o poco antes o poco después, un país devastado, con hambre, bloqueado y con mucho paleto con mando en plaza. No tuvieron posibilidad de elegir, pero lo que les toco hacer, lo hicieron, cumplieron su parte del trabajo con eficacia y responsabilidad. Pienso o quiero pensar, que cuando se salió del hambre, muchas fueron felices, como lo fueron también muchos hombres buenos (estoy pensando en mi padre, ahora), gente que le gustaba hacer cosas, trabajar, pensar y sacar a su familia adelante. No todo el tiempo pasado fue peor, hay muchas circunstancias, tantas como personas, pero la corriente que les movía era la de "hacer cosas", cada uno en lo suyo.
    Un saludo

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  9. Rodericus, tampoco se ve la capacidad de trabajo en los hombres, somos iguales, quizás a nuestros hijos o a nosotros nos toque otra vez apechugar con la necesidad. No lo se. Espero que no.
    Un saludo

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  10. Emejota, las hembras se llevaron los peores condicionantes sociales, pero muchos hombres murieron en los trabajos, fueron tiempos muy duros donde cada cual tenia su sufrimiento. Pero supieron superarlos, con un espíritu ejemplar. De los hombres se habla mucho, no así de las mujeres, que hicieron de soporte de las casas, administradoras, psicólogas, cocineras, amantes y limpiadoras. Y lo hicieron bien, muy bien, y es justo reconocerlo.
    Un saludo

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  11. Un necesario y hermoso homenaje a un sector de nuestra población permanentemente puteado. Parece que se necesita tener a muchas en lo invisible para darle mas brillo a los que se quiere visibilizar.

    Saludos

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  12. Doctor Krapp, muchos dan por supuesto que la situación de estas señoras es normal. Y poco agradecimiento se ve por todos los sectores hacia esta labor que casi es ninguneada, despreciada y minimizada. Pero el trabajo de estas señoras es algo que movió el país, y ademas, como digo en el texto, en su inmensa mayoría un trabajo perfectamente realizado.

    Un saludo

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