Paga, obedece y calla

"Cuando te das cuenta que, para producir, necesitas obtener autorización de quien no produce nada. Cuando compruebas que el dinero es para quien negocia, no con bienes sino con favores. Cuando te das cuenta que muchos son ricos por soborno e influencia, más que por el trabajo, y que las leyes no nos protegen de ellos, más por el contrario, son ellos los que están protegidos. Cuando te das cuenta que la corrupción es recompensada y la honestidad se convierte en auto sacrificio. Entonces podrá afirmar, sin temor a equivocarme, que tu sociedad está condenada".


La rebelión de Atlas (Ayn Rand).

Ahora vivimos en un mundo donde el trabajo es perseguido con saña por quienes nunca trabajaron en nada, por quienes siempre vivieron del esfuerzo ajeno y por quienes tienen miedo a una sociedad de propietarios libres, que, para mi, es la única sociedad libre y adulta. 

 Prefiriendo una sociedad de inquilinos subvencionados y sumisos, pregonando las virtudes del alquiler perpetuo más que la dignidad de la vivienda propia, por ejemplo. 

 Quizás porque asi saben donde pueden amenazar. 

 Mientras, la iniciativa se hunde en el farragoso mundo del impuesto, en la selva de la administración multiplicada hasta la estupidez y el esfuerzo es tomado por estulticia, ¿para que vas a trabajar si otros no lo hacen y viven igual que tú o mejor?. Hemos llegado incluso al caso de que si le quitas el uso de SU vivienda a un honrado ciudadano serás bendecido por los caciques de turno (siempre que no sea la casa de uno del "régimen" claro está, no seamos fascistas o eso acabado en ista que es la respuesta que siempre tienen lista).

 Que en este país hay mucha gente que no trabaja porque no le da la gana creo que tampoco tiene mucha discusión, yo conozco a unos cuantos que se creen que la prestación por desempleo son vacaciones pagadas.  Si bien es cierto que hay otros que si quisieran hacerlo y no pueden y eso sí es preocupante y mucho.

  Creo que las políticas actuales de quitar el dinero de la calle, de meter la mano en nuestros bolsillos y que este sea manejado por ideólogos narcisistas que nunca han hecho nada de provecho en la economía real, le hace un flaco favor al país. 

 El dinero solo cumple su trabajo cuando cambia de manos y aqui se esta haciendo justo lo contrario, penalizar el trabajo del dinero, paralizarlo, sancionar su labor con impuestos y explotar al ciudadano para subvencionar estúpidas ideologías. 

 Paga, obedece y calla. 

 En esto se parecen y mucho a la Iglesia antigua y sus diezmos, primero explotaban a la nación con un diez por ciento adicional de sus ingresos (como mínimo) y luego aparecían ellos como luchadores contra el hambre que ellos mismos generaban, aportando con displicencia sus limosnas. 

 El que se aparta del "catecismo" no recibe limosna. 

 Todo el mundo quiere ir al seminario a chupar del bote o al puesto de por vida, que es lo mismo, antes curas de misa y olla y ahora trabajadores públicos y no me refiero a la "sufrida infantería"

 Mientras el estado se hunde en la apatía y las mal entendidas inercias, hasta la ruina total.  

 "Los jóvenes del campo, que habían combatido la pobreza con el trabajo de sus manos, atraídos por las dádivas de políticos y particulares preferían la holganza de la ciudad al trabajo de la tierra. A todos los mantenía el mal funcionamiento del Estado". (Salustio. Catilina, 37).

 Que Fortuna nos libre de parásitos.