Comencé siendo socialista en la escuela secundaria, pero no encontré la escuela muy estimulante. La dejé a los 16 años y volví sólo para presentar los exámenes de ingreso a la universidad. A los 17 (1919) seguía siendo socialista, pero me había convertido en opositor de Marx (como resultado de ciertos encuentros con comunistas). Ulteriores experiencias (las de los burócratas) me hicieron intuir, aún antes de la llegada del fascismo, que el creciente poder de la maquinaria del estado constituye el peligro supremo para la libertad personal y que, por tanto, tenemos que mantenernos en combate contra esa maquinaria. Mi socialismo no era sólo una postura teórica: yo aprendí ebanistería y presenté examen de obrero calificado (en contraste con mis amigos socialistas intelectuales). Trabajé en hogares de niños. Fui maestro de primaria. Mucho antes de terminar mi primer libro (“Los Dos Problemas Fundamentales de la Epistemología”, no publicado sino en 1979), no tenía intención de ser profesor de Filosofía (La “Lógica de la Investigación Científica” se publicó en 1936 y para Navidad de 1936 vine a aceptar un nombramiento en Nueva Zelandia).
He mantenido muchas ideas e ideales de mi juventud socialista en mi vejez.
En particular:
Todo intelectual tiene una responsabilidad muy especial. Tiene el privilegio y la oportunidad de estudiar. A cambio, él le debe a la sociedad el compromiso de representar los productos de su estudio en el modo más simple, claro y modesto que pueda. Lo peor que pueden hacer los intelectuales -el pecado capital- es intentar erigirse en grandes profetas por encima de los demás seres humanos e intentar impresionarlos con filosofías enredadas. Quien no puede hablar con sencillez y claridad debería quedarse callado hasta que pueda hacerlo.
Contra las grandes palabras (Karl Popper).
Extracto de la carta enviada a Claus Grossner.
Texto íntegro de la carta aquí, merece la pena, si tienen tiempo y ganas.
Cuando a uno le dice el médico que no debe dormir en una noche encuentra esto por ahí, lo lee y lo publica. .
Uno intenta desasnarse.
Por voluntad que no falte.
Que Fortuna nos aporte sencillez y claridad.
Post Data. Tardaré en contestar.
Tardaré en comentar... No, es broma. No quedan ya pensadores como Popper, o si los hay, andan escondidos, abrumados por tanta banalización y estupidez.
ResponderEliminarSaludos.
Uno de los más lúcidos, sin duda. Una persona crítica con el sistema que ha ayudado con su postulado a que nos hiciéramos preguntas, esas que el mismo sistema no quieres que te hagas.
ResponderEliminarÉl decía que todo era "falsable", es decir, susceptible de ser refutada mediante pruebas o experimentos, y que si no se podía aquello no podía ser una hipótesis de partida.
Un abrazo
Popper fue el que nos habló de una sociedad abierta, y te obliga (es un decir) a comprender y aceptar lo que está incompleto. Pondré un ejemplo: nuestro cerebro es un televisor; los materialistas creen que no existe el repetidor de tu pueblo y que lo que sale de la pantalla está dentro del aparato. En cambio, los metafísicos creen que el cerebro es un mero receptor, que las ideas vienen de un mero centro emisor exterior al televisor (o cerebro).
EliminarEste filósofo, siendo positivista lógico, siempre pensó que había un algo entre conciencia y materia y nunca se postuló por los absolutismos.
Es de agradecer.
Un abrazo
De adolescentes vamos de aquí para allá, siguiendo unas ideas que nos acompañan, suelen ser ideas fugaces que se menean con el viento de la moda. Aquellas ideas van marcando nuestra senda; luego, poco a poco, la experiencia va moldeando el camino: algún éxito, bastantes fracasos, ansias de superación, pruebas y correcciones, desengaños, ilusiones, etc.
ResponderEliminarNuestro cuerpo, más o menos enamorado, ha tenido que ser. también, un cuerpo que trabaja y que se esmera.
Con todo esto, vamos identificando la bestia que tenemos delante y que nos pone palos en las ruedas: la burocracia y el poder de la incultura. Y aprendimos, que cuando viene uno y nos suelta GRANDES PALABRAS, lo primero que tenemos que hacer es protegernos la cartera y echar a correr.
Las "grandes palabras" suelen contener una batería de falsedades. Podemos refutar las "grandes palabras" exponiendo un contraejemplo que pruebe la falsedad del enunciado. Esto juega un papel fundamental en matemáticas, pero también sirve para la vida. En esto, Popper es un maestro.
En fin, las ansias de superación son la fuerza y seguimos. Hay que bregar.
Ahora, que somos muy calvos, vemos de lejos aquellos movimientos de la adolescencia que juzgamos de "locuras de juventud" pero debemos admitir que han configurado lo que ahora somos, aquella mezcolanza de errores e ilusiones.
Saludos.
Para entender las cosas, hay que haber visto los dos lados. Un beso
ResponderEliminarEl socialismo en sus postulados admirables aspira a lo mejor del ser humano: la igualdad, la solidaridad, la justicia social. Y es normal que atraiga poderosamente en un mundo que es desigual, insolidario e injusto. Cuando eres joven es extraño que no te atraigan causas de este tipo. Te enardecen, te subliman. Es con la edad, las lecturas y la experiencia, cuando ves qué hay detrás de esta industria de la justicia social y ves los ejemplos que la historia nos ha deparado. Y es entonces cuando descubres a Karl Popper y otros liberales que en el mundo han sido. El socialismo es pobreza para todos menos para los miembros del partido, se basa en el resentimiento y en el odio social hacia los ricos. Esto es contagioso porque la envidia y el rencor son contagiosos. Amancio Ortega ha donado cien millones de euros para la catástrofe de Valencia pero sus detractores envidiosos lo tildarán de explotador y capitalista. El socialismo es rencor avivado por hermosos pensamientos antifascistas, y muchos mantras simples pero efectivos. Por eso es tan difícil luchar contra ellos. Donald Trump lo hace sin complejos y hasta nuestro presimiente le ha llamado para felicitarle, aunque es posible que lo envíen a la mierda, algo que me satisfará. Salut.
ResponderEliminarPensé que la caricatura era de tu admirado Miguel Delibes...
ResponderEliminarHombre, el socialismo hoy día ya no es el de esos años,es una opción política. También la Iglesia tiene su Doctrina Social,reflejada en varias Enciclicas.Otra cosa es que tú no tragues a Sánchez, que me parece bien,si con eso eres feliz.
ResponderEliminarPero es un político y hace su política. Luego vendrá un Fejoo u otro y hará la suya ,es la alternancia.No creas que será muy diferente,condicionados todos por la economía.
Saludos
Las mayoría de las ideologías políticas sobre el papel y en teoría, al menos las que están fundamentadas intelectualmente con racionalidad (socialismo-comunismo-capitalismo etc...) son atractivas, de ahí que tengan tantos adeptos, otra cosa es la práctica y los resultados que sobre el terreno demuestran, es ahí donde decaen muchos de sus postulados, pero no en el socialismo sólo, lo mismo ocurre con el comunismo y el capitalismo .. Y luego sí, como dice Francesc Cornadó y este gran filósofo, la grandilocuencia y la palabrería, a veces carece de contenido, sólo trata de impresionar .. vender humo a los papanatas o suponer que lo son, nada más.
ResponderEliminarUn beso y estupenda esta caricatura .. eres tú ¿verdad? : )