Luz, tecnología y responsabilidad.

 

 Lanzar un telescopio al espacio es como abrir una ventana para observar mejor.

 La atmosfera hace de cristal sucio e impide distinguir con claridad muchas cosas, por eso hay que ir más lejos, para ver mejor. Eso es lo que va a hacer el James Webb.

 Aunque cualquier "cuñao si le aguantan el cubata" esta capacitado para lanzar esta maquinaria al espacio, la N.A.S.A  ha tenido un retraso de diez años y unos sobrecostes muy importantes a la hora de hacerlo. El Proyecto ha costado 10.000.000.000 de dólares, (dólar más, dólar menos) y ha tardado cerca de treinta años en desarrollarse.  

  El telescopio esta metido en la parte superior del cohete que mide 5,4 metros de diámetro y tendrá que desplegarse hasta los 13,2 metros que alcanzara cuando haya florecido. 

 El resto del cohete es básicamente depósitos de combustible que no saldrán al espacio.

 Este empezará su verdadero despliegue fuera de la atmosfera de la Tierra con un panel solar que deberá extenderse para protegerle de la luz y el calor solar, a eso hay que añadirle el "desdoble" de espejos que tiene la maquina. Pudiera compararse a una flor que florece. 

 Después empieza el viaje, utilizará energía solar para impulsarlo hasta el Punto Dos de Lagrange. Es decir un punto donde la gravedad del Sol y de la Tierra están equilibradas. Una localización que permite a un objeto de estas dimensiones permanecer teóricamente estacionado. Esta posición esta a, más o menos, un millón y medio de kms de la Tierra. 

 La tecnología para observar infrarrojos que lleva el nuevo telescopio debe estar a menos de -220 °C  para que sea efectiva y se encuentra a la "sombra" de una pantalla que la protege de la luz y del calor. Es muy importante esto para poder ver bien. Usted se pone una mano en la frente y el telescopio una pantalla para evitar que la luz le deslumbre. 

 La situación en el Punto Dos de Lagrange permite que tanto el Sol, la Tierra y la Luna queden al mismo lado del aparato y puedan ser tapados propiciando una sombra continua. Aparte llevan un refrigerante criogénico. 

   Al otro lado de la misma están el resto de mecanismos que deberán soportar temperaturas mucho más altas. 

Utilizar los infrarrojos nos permite ver más lejos, accederemos a cosas que ocurrieron hace millones de años, formación de planetas, agujeros negros, desaparición de cuerpos celestes y muchos otros sucesos  que nos ayudaran a comprender el funcionamiento del Universo. 

Como curiosidad decir que James Edwin Webb fue el responsable de la Nasa bajo cuya dirección ocurrió el accidente que mató a los tres astronautas Grissom, Edward White y Roger Chaffee el 27 de enero de 1967 en el transcurso de una pruebas con el Apolo-Saturno 204. En dichas pruebas hubo un incendio que acabó con sus vidas.

 James Edwin Webb lejos de evitar la responsabilidad, investigó todo lo posible las causas del accidente. Fue sometido a durísimos interrogatorios políticos donde, puede decirse, que asumió casi toda la responsabilidad de lo ocurrido. Dicen que lo hizo para evitar que los ataques fueran en contra de la Nasa como institución  y así se ralentizara la investigación espacial.  

 James Webb declaró en su día: 

  "Siempre hemos sabido que algo así iba a pasar tarde o temprano- ¿Quién hubiera pensado que la primera tragedia sería en tierra?"

 Quizás el poner su nombre a este impresionante despliegue de tecnología, sea un reconocimiento póstumo a su responsabilidad, no lo se.

 Lo cierto es que su forma de manejar la empresa, su liderazgo y su dirección han sido tomados como referencia para futuros proyectos. 

 España colabora en este proyecto a través de la Agencia Espacial Europea a la que se suma a  la Agencia Espacial Canadiense y N.A.S.A.. 

Que Fortuna nos propicie luz, tecnología y responsabilidad.