lunes, 24 de febrero de 2020

Uno de los nuestros.

Con Franco era diferente, era otra cosa, solo se consumían productos naturales y del país, españoles, con dos cojones... ¿Porque tenemos que importar cosas de fuera si las podemos fabricar nosotros?
¿Porque tenemos que gastarnos dineros en diseños si los podemos copiar?, ¿Quien no tiene un cuñado que puede reproducir fielmente cualquier modelo de coche, frigorífico o mueble? no es tan difícil...

El resultado de esta política proteccionista es el atraso, la maquina no anda porque nadie empuja si sabe que lo tiene vendido todo, ¿para que va a gastar en innovación tecnológica y diseño si todo lo que tiene capacidad de fabricar lo tiene vendido? ¿Y para que fabricar más si lo tiene que vender en mercados que no pagan lo mismo que el patrio?, es muy cansado. A nivel laboral si no tienes más sueldo y ganas lo mismo trabajes o no, la verdad es que la gente deja de trabajar, en una gran parte, siempre hay excepciones, pero son eso, excepciones.   Es como el comunismo, que todo lo iguala por abajo, pero de derechas, muy patrio y nacional... 

Si a esto añadimos, que de un plumazo y vía decreto ley, a su empresa, que es del régimen, le han anulado la competencia: pues con unas mariscadas cual sindicalista (defensor de trabajadores y trabajadoras), unas putas o putos cual director gerente de Empleo andaluz y algunas vacaciones pagadas a algunos caciques locales y provinciales  defensores del mercado puro, patrio y nacional, ya estamos listos para el negocio.

Hasta el día que se acaba, uno levanta una persiana que se cae a trozos y ve que el mundo le ha rebasado, que vive cuarenta años tarde respecto a sus vecinos, o que sus hijos tienen que emigrar, su país, que al final son las personas que lo componen, (hecho este que se le olvida a demasiada gente), tecnológicamente hablando y gracias a un proteccionismo mal entendido, esta subdesarrollado, y ese capital que no se invirtió en tecnología, mercados, diseño, embalajes, logística o marketing ahora no sirve para nada; ese sueño de no tener pesadillas con la competencia, en realidad es la enfermedad terminal del corazón económico. Joder, no somos el centro del mundo, todo el mundo no esta pendiente de nosotros, ¡¡¡que contrariedad!!!...mecagoenlahostia...

Pero como en todo, siempre hay buitres que se aprovechan de esa enfermedad...

Pero con Franco esto no pasaba, con Stalin tampoco, seguíamos comprando nacional por gusto o por cojones y como nadie salia del país para comparar, pues nos creíamos que eramos los mejores.  Hasta que Franco murió y pudimos comparar, pero eso es hacer autocritica, es mirar a otros sin orejeras, es intentar mejorar y eso, en este país de caciques, políticos y funcionarios (en la peor acepción de la palabra) y curas o apóstoles políticos con mando en plaza, esta mal visto.
Nuestros cargos y cargas públicos y publicas no hacen análisis fríos y se los transmiten a la población, sea porque simplemente son vagos o porque como a los tontos que les recuerdan la realidad esconden la cabeza. Quizás piensan en no decirlo no sea que no se ganen las próximas elecciones y mucha gente, de los suyos , se quede en la calle, que esta muy "achuchada" para quien nunca peleo en igualdad de oportunidades y esta acostumbrado a elevarse en los lupanares políticos.

¿Para que pensar en el futuro, cuando hay próximas elecciones continuamente y votos a comprar?,  es más fácil sobornar que convencer, mientras haya dinero, claro. Ademas cuando esto reviente, que reventara, ellos ya tendrán su sueldo asegurado, y si se ponen feas las cosas, su exilio subvencionado, donde escribirán, con lagrimas de cocodrilo,  libros aleccionándonos.. ya ha pasado...no se me asusten.

Esa expresión, "Uno de los nuestros" me recuerda la famosa película, una sociedad creada para eliminar la competencia, el trabajo o la eficacia...


 Y eso no significa que no compremos productos cercanos, es lo normal, comprar fruta de temporada cercana, trabajar en el taller vecino, llamar al carpintero del barrio o ir al barrio de la esquina, pero no por decreto, si no porque son competitivos, porque se lo han ganado. Hay que ayudar al que trabaja, no hay que subvencionar a los que viven del esfuerzo y trabajo ajeno, que no es mismo que dejar a la gente tirada.  Creo que ustedes ya me entienden, lo que ustedes hacen todos los días, pero a nivel de estado.
Me he acordado de esto con algún hecho reciente que no quiero reproducir aquí.

Que Fortuna nos aporte libertad.

P.D. Si no ha visto la película "Uno de los nuestros", me la vean, es buenísima... (otro día hablamos de cine, o no)

4 comentarios:

  1. Que inventen ellos, decía aquel señor raro de las barbas.

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  2. Francesc, yo veo una diferencia, el achacaba la culpa a el pueblo, como los malos generales echan la culpa de sus derrotas a los soldados, los buenos generales ganan batallas con los mismos soldados.
    Un saludo

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  3. Creo Que eso de la globalización, tan bueno para algunas cosas, nos ha vuelto más idiotas.

    Un abrazo

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  4. Albada Dos, la globalizacion es como todo, para mi mayormente es ventajosa, ha traido muchas mejoras en la calidad de vida de la inmensa mayoría de los habitantes de este mundo, pero también tiene defectos y uno de ellos, a mi parecer, no es que nos haya vuelto más idiotas sino que ahora nos vemos "más cerca y con más nitidez por la comparación".
    Un saludo

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